Maradona visita al árbitro que no vio la Mano de Dios y le promete amistad eterna

    • El exfutbolista anotó un gol ilegal con la mano que quedó para la posteridad en el Mundial de México 86.
    • Han intercambiado regalos en su residencia tunecina.

Maradona se reúne con el árbitro que no vio la mano de Dios
Maradona se reúne con el árbitro que no vio la mano de Dios

Diego Armando Maradona pasa unos días en Túnez y allí se ha encontrado con Ali Bennaceur, el árbitro que no vio la Mano de Dios. El exfutbolista marcó con la mano el primer gol del partido de cuartos de final entre Argentina e Inglaterra (2-1) en el Mundial de México 86. Fue el mismo partido en el que anotó otro considerado uno de los mejores de la historia de los mundiales tras eludir a varios rivales en una gran jugada individual.

"Yo le regalé una camiseta argentina, y él me obsequió la fotografía de aquel partido que cuelga en su casa. Mi dedicatoria: 'Para Ali, mi amigo eterno'", escribió Maradona en su cuenta de la red social Facebook, tras visitarlo en su residencia tunecina.

El árbitro no pudo ver la infracción y dio validez al gol. La maniobra fue tan rápida que pudo ser vista después a cámara lenta y en fotografías.

En los vestuarios, el exjugador de Napoli de Italia dijo con ironía que el primer gol lo hizo "la mano de Dios", una frase que quedó para la posteridad. Argentina ganó el Mundial al vencer a Alemania 3-2 en la final en el estadio Azteca.

Bennaceur aseguró en una entrevista publicada en la revista francesa So Foot en 2014 que el que debió ver la mano era su asistente en aquel partido, el búlgaro Bogdan Dotchev.

Sin embargo, recalca que influyó de forma directa en el que fue elegido por la FIFA como el "Gol del siglo". "Maradona no anotó ese gol solo. Yo fui su asistente: di la ley de la ventaja tres veces", recordó Bennaceur. "No tenía por qué hacerlo. En la primera falta él trastabillo. El segundo fue justo al borde del área. Yo grité, 'ventaja, ventaja'. Y cuando entró al área yo esperaba que Butcher lo bajara. Puse el silbato en mis labios, estaba listo para intervenir, pero no soplé".

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