Maratón con la pasión del primer amor

  • Noemí Borges, una sicóloga mexicana de 34 años, cumplió hoy el primer maratón de su vida en 4h 42 minutos, llegó más de dos horas después de la campeona keniana, Rose Jebet, pero en la meta sufrió un ataque de llanto por la emoción.

México, 28 ago.- Noemí Borges, una sicóloga mexicana de 34 años, cumplió hoy el primer maratón de su vida en 4h 42 minutos, llegó más de dos horas después de la campeona keniana, Rose Jebet, pero en la meta sufrió un ataque de llanto por la emoción.

"Esta felicidad es como la del primer amor, en el kilómetro 30 ya no podía, pero una señora me dijo que todo es mental y me lo creí. Mi dolor de piernas es tan grande como un tsunami, pero quiero volverlo a hacer", dijo Noemí a Efe.

La Maratón de Ciudad de México estuvo llena de anécdotas protagonizadas por corredores no profesionales como Noemí, algunos en su primera carrera de 42 kilómetros.

"Los que no saben de esto no nos entienden. Cruzar la meta de un maratón es la felicidad, no me dio pena llorar porque ya soy maratonista y hoy me gané a mí mismo", señaló Eduard Miraflores, un diseñador de 29 años que, antes de recibir la medalla, fue a abrazarse con su familia, como hacen los campeones de los Juegos Olímpicos.

Muchas historias en la línea de meta fueron parecidas, algo lógico por la filosofía de los corredores de fondo de la clase media y baja, que si bien están alejados de los premios, son insistentes en que no hay nada como su deporte, porque correr es algo así como soñar con los pies, según dijo Francisco Solís, quien llegó a la meta en 4:50 horas y lo celebró como si hubiera ganado.

Si bien la atracción de este domingo sin sol estuvo en los corredores kenianos encabezados por los campeones Isaac Kimaiyo y Rose Jebet, la maratón fue utilizada por los atletas para enviar señales de paz en una semana dura para México por el incendio de un casino que costó más de 50 muertes en Monterrey, norte del país.

"Yo corrí para demostrar que podemos apostar a la esperanza", aseguró Artur, un atleta capaz de correr los 42 kilómetros a cinco minutos por kilómetro, quien dedicó su carrera de hoy a su novia, residente en Monterrey.

Algunos muy jóvenes aparecieron por primera vez en el pelotón de corredores, otros confirmaron que los años no son un pretexto para dejar de correr, como Conrado Romero, un señor de 67 años nacido en Veracruz, inconforme con su tiempo de 4h.42 porque tiene para hacerlo mejor, según dijo.

La carrera fue un canto a la paz y la alegría, pero también tuvo sentimentalismo.

Ahí estuvieron los ejemplos de Gabriela, quien corrió de la mano de su pequeño hijo Matías a quien le inculcó el amor a la carrera, o el del corredor número 15659, que renunció a sus metas para acompañar a su novia a mejorar su tiempo, lo cual celebraron en la meta.

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