Marta Domínguez ya es inocente... y hay quien creyó en ella

  • Una juez ha echado para atrás las escuchas telefónicas a Marta Domínguez que tuvieron lugar en el curso de la Operación Galgo. Es el penúltimo paso para exculpar a la mejor atleta española de la historia de todas las acusaciones que sufrió hace meses. Buen momento para recordar que hubo quien no la condenó a las primeras de cambio.
Marta Domínguez, a un paso de la inocencia
Marta Domínguez, a un paso de la inocencia
Óscar Rodríguez

El pasado 9 de diciembre, Marta Domínguez estaba en boca de toda España. La campeona del mundo era objeto de un registro por parte de la Guardia Civil que la convertía en el centro de una supuesta trama de dopaje. Ese 9 de diciembre, junto a los periódicos que la diabolizaron el día después, moría el mito de la atleta del pueblo, la rubia a la que sus paisanos de Palencia veían correr por sus calles, y crecía el estigma de que todo deportista español de éxito era producto del doping.

Aquel 9 de diciembre se acusaba a la atleta de ejercer de enlace entre la red de dopaje y los atletas, algo así como de 'camello'. Aquel 9 de diciembre se clavó un puñal en el seno del deporte español en general y del atletismo en particular. Se acusaba directamente a una de las más grandes, y los periodistas no tardaron en colocarse del lado del sol que más calienta: en los titulares del día después, Marta ya era culpable: "Oro en dopaje" (diario Público, 10 de diciembre), "El dopaje derriba otro mito" (El País, 10 de diciembre) o "Marta también era mentira" (MARCA, 10 de diciembre). Todos daban por hecho que la palentina era culpable.

Sin embargo, todo lo que ha sucedido desde entonces ha ido derribando punto por punto todo lo que a partir de aquel 9 de diciembre se dijo de Marta. La atleta, en sus primeras declaraciones, negó todos los hechos y, seis meses más tarde, aún no ha sido acusada formalmente de nada. Es muy duro, por tanto, que la mayor parte de la prensa nacional, deportiva y generalista, no tuviera reparos en condenar directamente a quien más gloria ha proporcionado al deporte femenino español en su historia.

El pasado mes de abril la juez que instruye el caso acordó el sobreseimiento provisional y el archivo de las actuaciones relativas a la comisión de un supuesto delito de dopaje tanto de Marta como de su agente, José Alonso Valero. ¿La razón? Las supuestas sustancias que Marta había hecho llegar a Alberto García no eran dopaje. Este jueves, la juez decide que las escuchas a la atleta han sido ilegales y, por tanto, no se puede ir contra la palentina. ¿Qué queda entonces?

La única vía abierta para sancionar a Marta Domínguez será por un delito fiscal ya que, supuestamente, la atleta omitió a la Hacienda Pública ingresos procedentes de sus patrocinadores al cobrarlos fuera de España, y por haber suministrado a su liebre un medicamento sin prescripción (de nuevo presuntamente), la iontoferesis. Será la única posibilidad de 'cazar' a Marta (el PP acusa al Gobierno de haberla destrozado), aunque nada tendrá que ver con aquellos titulares de "Mentira" o de "Camello".

No está de más recordar que hay quien hubo quien trató con objetividad el caso desde el primer día, sin dar por hechas situaciones que después se han ido volviendo contra quienes lo escribieron y contando, simplemente, los hechos paso a paso según se iban conociendo... o se iban filtrando. Si quieren recordar lo que se escribía dos semanas después del registro a Marta Domínguez en lainformacion.com, pinchen aquí y juzguen por sí mismos.

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