Messi regala en la Copa América una versión similar a la del Barça

Era el Messi del Barcelona. El del pase perfecto al pie del compañero, el de las diagonales esprintando con el balón atado al botín, el que con un simple movimiento quiebra una defensa. El 'Rey Lio' le regaló a la Copa América Centenario pinceladas de su fútbol sobrenatural.

Jugando su primer partido como titular en el torneo conmemorativo de la Conmebol, Messi volvió a lucir la cinta de capitán del seleccionado albiceleste y movió con maestría los hilos del equipo, como en la asistencia perfecta para Gonzalo Higuaín en el minuto 9 para el 1-0.

Una pelota en diagonal salida de su pie izquierdo desde la derecha del campo dejó perfilado al 'Pipita' para rematar de sobrepique ante el achique del '1' venezolano, una muestra de que Messi estaba en sintonía con el juego.

Ausente ante Chile después de su comparecencia ante la Justicia española, que lo investiga por evasión de impuestos, Messi fue un relámpago de fútbol en media hora en el campo ante Panamá firmando una tripleta.

Ante Bolivia, en el último partido de la llave D, jugó a media máquina los segundos 45 minutos del partido que le entregó a la albiceleste el primer lugar de su zona.

Recuperado físicamente de un golpe en la espalda durante un amistoso ante Honduras a finales de mayo, y por el que se temió una lesión que lo marginara de la Copa América, Messi fue Messi ante Venezuela: puso dos asistencias y marcó un gol.

Esa anotación lo llevó a igualar con Gabriel Batistuta como máximo goleador histórico de la selección argentina con 54 goles, un récord que será suyo en cuestión de días si la 'Pulga' vuelve a ser determinante en el juego ahora contra Estados Unidos, su rival en semifinales el próximo martes en el NRG Stadium en Houston.

'Batigol' logró los 54 tantos en 77 partidos, mientras que el rosarino los hizo en 109. Batistuta los consiguió en 11 años y Messi lleva 10 años desde su debut el 17 de agosto de 2005.

Pero Messi quería más ante la vinotinto y buscó el arco de Daniel Hernández con insistencia: tuvo dos oportunidades más para ampliar el marcador y terminó asistiendo a Erik Lamela para el 4-1 a los 71 minutos.

Y es que Messi estuvo participativo en el segundo tiempo, porque después del 2-0 en la parte inicial, Argentina se relajó en el campo y permitió la embestida venezolana, perdiendo la pelota y el '10' tirado en la mitad sin mucha influencia.

Pero en el complemento apareció una versión parecida a la del astro del Barça, manejando la pelota, generando las situaciones de gol y asistiendo a los hombres de ataque.

También fue blanco de la pierna fuerte de Venezuela, pero Messi resistió y jugó el partido completo.

Al final, el mejor premio para Messi fue el insistente coro de su nombre que retumbó en el Gillette Stadium en Foxborough, cerca de Boston, y los abrazos de sus compañeros y de los jugadores de la selección venezolana.

'The Lio King', una historia que continuará.

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