Messi destroza al Arsenal y mete al Barcelona en semifinales

El Arsenal debería impugnar el partido porque el Barcelona jugó con ventaja: Messi estaba sobre el campo. Es tal la superioridad del jugador argentino sobre el resto de futbolistas del planeta (sólo Cristiano Ronaldo se le acerca, pero ahora mismo no está a su nivel), que su incidencia sobre los partidos es definitiva. Él decide cuándo y cómo los rompe y finiquita, y sus recursos para lograrlo parecen ser ilimitados.

Así pasó ante el Arsenal. El equipo inglés planteó un encuentro áspero, incómodo, y a los culés, que comenzaron con respeto a su rival, les costó "cocinarlo". Cuesta arriba se les puso a Guardiola y sus jugadores con el gol de Bendtner mediada la primera mitad, pero Messi no permitió que los nervios florecieran y en apenas dos minutos ya había logrado el empate con un espectacular disparo desde fuera del área ante el que Almunia nada pudo hacer.

Era sólo el comienzo de lo que se avecinaba, de la exhibición que iba a regalar al universo futbolístico un jugador que está entre los elegidos. Como si el gol del Arsenal hubiera despertado a la bestia, Messi cogió el encuentro y lo transformó a su antojo. Su segundo gol llegó tras una buena combinación azulgrana, que desembocó en un centro lateral de Abidal que Pedro hizo mejor con una dejada atrás que recogió 'la Pulga', quien con la derecha superó la salida de Almunia.

Pesadillas durante varios días tendrá el guardameta español del Arsenal, porque siendo el mejor jugador de su equipo en los dos partidos, termina la eliminatoria con seis goles encajados. Messi lograba su tercer tanto de la noche gracias a una espectacular vaselina con la que solventó un mano a mano con Almunia… y todo esto antes del descanso. Una locura.

El Arsenal, sabedor de que todo pasaba por lograr un gol que inquietara a los de Guardiola, arrancó el segundo tiempo con clara vocación atacante, buscando la portería de un Valdés hasta entonces inadvertido. Fueron tímidos acercamientos y dejaron su retaguardia desprotegida, pero el Barcelona no quiso hacer más daño. Bueno, no todos: Messi nunca pierde el apetito.

El argentino, para cerrar una actuación memorable, agarró un balón a cuarenta metros de la meta londinense, arrancó con fuerza y velocidad, aguantó las acometidas de los defensas, tiró amagos, y tras un primer disparo que repelió Almunia, a la segunda le batió con tiro que se coló por debajo de las piernas del portero. Era el 4-1 y la confirmación de que, ahora mismo, es el mejor jugador del mundo.

Ficha técnica:
4 - Barcelona: Valdés; Alves, Márquez, Milito, Abidal (Maxwell, min.53), Sergio Busquets, Xavi, Keita, Pedro (Iniesta, min.86), Bojan (Touré, min.56) y Messi.

1 - Arsenal: Almunia; Sagna, Vermaelen, Silvestre (Eboué, min.63), Clichy, Denilson, Diaby, Walcott, Nasri, Rosicky (Eduardo, min.73) y Bendtner.

Goles: 0-1: m.18: Bendtner, 1-1: m.21: Messi, 2-1: m.37: Messi, 3-1: m.42: Messi, 4-1: m.88: Messi.

Árbitro: Wolfgang Stark (GER). Mostró tarjeta amarilla a Denilson (min.31), Rosicky (min.45) y Eboué (min.67).

Incidencias: Partido de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en el Camp Nou ante 93.330 espectadores, unos 5.000 de ellos seguidores del Arsenal.