Lionel Messi podría cambiar su nombre por el de Willy Fog porque va a 'patearse' medio mundo. No es una exageración: La Pulga va a recorrer de aquí al fin de semana del Clásico Real Madrid-Barcelona 25.290 kilómetros, una barbaridad. Para hacerse una idea más precisa, de Madrid a Wellington, en Nueva Zelanda, al otro lado del planeta, hay 12.723 kilómetros, y de Madrid a Tokio, 9.545 kilómetros. Sumando los dos viajes, todavía faltarían 3.022 kilómetros, que es un poco menos de lo que hay de Madrid a Ankara, en Turquía.
Los dos amistosos de la selección argentina tendrán gran parte de culpa de que Messi vaya a recorrer 21.126 kilómetros más que el portugués Cristiano Ronaldo, la estrella del Real Madrid y su gran rival por el Pichichi. El de Madeira 'sólo' va a tener que viajar 4.164 kilómetros antes del partido de Liga en el que se enfrentarán primer y segundo clasificado, ahora separados por cinco puntos.
Los viajes de Messi
Argentina gana mucho dinero con los amistosos porque Messi tiene que jugar por contrato. Lo malo para el barcelonista es el lugar donde se disputan esos partidos. El 26 de marzo tendrá que jugar en Nueva Jersey, Estados Unidos (a 6.157 kilómetros de Barcelona), y tres días más tarde, le tocará ponerse las botas y saltar al campo en San José de Costa Rica (a 3.464 kilómetros de Nueva Jersey). De allí, de vuelta a Barcelona (8.938 km) para acumular un total de 18.622 kilómetros.
En la siguiente jornada de Liga, si es que no se suspende, el Barcelona viajará a Vila-Real, 500 kilómetros ida y vuelta desde la Ciudad Condal. Con la Champions, los azulgranas tendrán que viajar a Donetsk, en Ucrania: 2.863 kilómetros la ida y otros tantos la vuelta. La siguiente jornada liguera, el líder juega en el Camp Nou contra el Almería, pero aún faltaría por sumar los 505 kilómetros que hay de Barcelona a Madrid para disputar el primero de los Clásicos. Kilómetros, kilómetros y más kilómetros. Messi va a odiar los aviones.
Los trayectos de Cristiano Ronaldo
El portugués va a pasar menos tiempo sentado en un avión, que aunque sea en primera clase no deja de ser cansado. Lesionado, ha tenido que viajar a Lisboa para que los médicos de la selección portuguesa den fe de sus problemas físicos. Ida y vuelta a Madrid: 1006 kilómetros. Después, el Real Madrid jugará contra el Sporting en el Bernabéu, partido al que está por ver que pueda llegar CR7. El luso, seguramente reaparecerá en la Champions ante el Tottenham. El viaje a Londres son 1.258 kilómetros la ida y otros tantos para regresar a casa.
De ahí al Clásico, sólo habría que añadir 642 kilómetros que tendrá que recorrer el Real Madrid para jugar en San Mamés ante el Athletic y volver a la capital de España. Desde luego, CR7 va a viajar muchísimo menos que Messi, y eso es una ventaja para él y el Real Madrid por añadidura. Aunque en su caso tiene el inconveniente de tener que recuperarse de su segunda lesión muscular consecutiva, lo que le deja en desventaja en ese aspecto con el actual Balón de Oro. En el caso del portugués, él quizá acabe hasta el gorro de pasar por las manos de los fisios, pero como Messi con los viajes, no le queda más remedio.
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