MotoGP: Rossi renace gracias al oasis de Le Mans

  • Valentino Rossi volvió a dar espectáculo en el GP de Francia. 'Il Dottore' no fue capaz de pelear por la victoria pero gracias a su increíble carrera pudo volver a subir al podio y volver a saborear lo bien que sabe ganarle un cuerpo a cuerpo a Casey Stoner.

Valentino es otro cuando corre en Le Mans
Valentino es otro cuando corre en Le Mans
Manu Albarrán

Si había alguien a quien el Mundial de motociclismo echaba especialmente en falta era a Valentino Rossi. El piloto italiano llevaba unas temporadas desaparecido, incapaz de luchar por las victorias y por el Mundial. Parecía que la chispa del doctor se apagaba.

Sin embargo, a un genio como él nunca se le puede dar por muerto. Y menos en Le Mans. Estos últimos años de ostracismo tienen un punto en común: el haz de luz y esperanza de Rossi en el Gran Premio de Francia. En 2010, en su último año con Yamaha y después de un buen inicio el italiano logró la pole, la última que ha conseguido.

Ese año acabó segundo en la carrera, tras Jorge Lorenzo y después de Francia, encadenó cuatro carreras consecutivas abandonando. Al final del año, sólo pudo ser tercero el en Campeonato del Mundo.

El año pasado, Valentino llegaba a Francia después de tres irregulares carreras (dos quintos puestos y un séptimo). Sin embargo, Rossi volvió a aprovechar esa relación idílica con el trazado galo para sumar su primer y único podio de la temporada. Desde entonces, el italiano no había pisado el cajón al que se suben los tres primeros tras cada carrera.

El agua del oasis que tan bien le sienta

Este año, en una carrera pasada por agua, Rossi volvió a beber del oasis que es para él el cicruito de Le Mans. Después de salir séptimo, Rossi fue remontando poco a poco. Le ganó la partida a Dovizioso y a Crutchlow y llegó hasta Stoner. Era la repetición de la lucha de los últimos años por el Mundial. Después de pegarse a la rueda del australiano durante varias vueltas, Valentino acabó superándole en el último giro.

De nuevo el circuito de Le Mans. De nuevo en Francia. Ése es el as en la manga de un Valentino al que nunca se le puede dar por muerto. Ahora bien, una vez acabada la carrera francesa, vuelve a quedar la misma duda de los últimos años: ¿será esto una resurrección para toda la temporada o será un simple haz de luz en otra temporada oscura?

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