En esta ocasión fue Maicon el que abrió el marcador ante la correosa Corea del Norte, que realizó un partido muy serio tácticamente muy serio, pero a la que le falta kilos y kilos fútbol. Brasil es de las pocas selecciones del mundo en las que un lateral puede ser decisivo: Roberto Carlos y Cafú, en épocas recientes, marcaban el estilo, pero Carlos Alberto, Nelinho, Junior o Leandro hicieron lo propio hace varias décadas. De hecho, esta selección carioca tiene a los dos mejores laterales derechos del mundo (el nuevo objetivo del Real Madrid y Dani Alves), pero, incongruencia, no tiene centrocampistas de calidad.
Maicon, con la ayuda del portero norcoreano, hizo lo que gente como Kaká, Robinho o Luis Fabiano no fueron capaces. Su gol, gracias a un disparo desde la línea de fondo que cogió un fuerte efecto, hace que el nuevo equipo de Rafa Benítez pueda pedir por él cinco millones más.
Otros tantos lleva camino de desvalorizarse Kaká, que cuajó un gris partido, siguiendo la línea que ha marcado en el Real Madrid esta temporada. La verdeamarelha no transformó al ex jugador del Milán, que apenas intervino en juego: 1 disparo a puerta, 2 centros y 2 faltas recibidas fue todo bagaje. Dunga le sustituyó en el minuto 77.
Robinho si estuvo entonado, aunque no encontró puerta. El futbolista del Manchester City apareció por todas las zonas del ataque brasileño, combinó, regateó, regaló varias bicicletas y probó fortuna con disparos lejanos. Con Kaká hizo una bonita jugada al borde del área que no terminó en gol por poco, pero un excepcional pase suyo habilitó a Elano dentro del área norcoreana en el que fue el segundo tanto de Brasil.
El gran problema de Brasil es su centro del campo, y ahí el responsable no es otro que Dunga, que ha optado por dar entrada a dos jugadores, Gilberto Silva y Felipe Melo, iguales entre ellos, y cortados por el mismo patrón con el que hicieron a su seleccionador cuando era futbolista. Dos mediocentros defensivos que no crean juego ocuparon la zona de creación de la selección carioca ante Corea del Norte, acompañados por Elano, un trabajador incansable. Un planteamiento de equipo pequeño, que no es acorde a la gloriosa historia de la seleçao.
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