Muñiz Fernández, el árbitro del clásico, bueno para Real Madrid y Barcelona

  • El primero de los Real Madrid - Barcelona que se van a jugar en los próximos días será dirigido por Muñiz Fernández, alias ‘El engominado’, del colegio asturiano. Tanto los blancos como los azulgranas tienen una buena estadística con este árbitro amante de los coches deportivos y del buen comer.
El Athletic acabará octavo y logrará su mejor clasificación en los últimos seis años
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Jorge Ramírez Orsikowsky / Chiqui Esteban

Cuando el balón eche a rodar en el clásico del Santiago Bernabéu, todos los actores principales pondrán todo de su parte para que los focos se centren en ellos y convertirse así en los grandes protagonistas de las tertulias y los medios de comunicación. ¿Todos? No. El colegiado del encuentro, César Muñiz Fernández, sería feliz si el domingo nadie se acuerda de que él arbitró el clásico. El asturiano cedería encantado el protagonismo a Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, a Xabi Alonso y Andrés Iniesta. Pasar desapercibido ante millones de ojos es su meta porque significará que hizo su trabajo bien.

Dirigir un Real Madrid-Barcelona es un caramelo para cualquier árbitro por la importancia que tiene ese partido, aunque los colegiados siempre dicen que todos los encuentros son iguales. Sin embargo, quizá Muñiz Fernández, de 40 años, esperaba impartir justicia en el siguiente encuentro, la final de Copa del Rey. Su nombre sonaba entre los candidatos y, como cuenta Pedro Álvarez, de la delegación de Oviedo que pertenece al Comité Técnico de Árbitros de Asturias, allí tenían la “esperanza de que le dieran la final de Copa”.

A Muñiz Fernández le viene de familia lo de ser trencilla. Su padre, José María, fue árbitro en Tercera división y juez de línea internacional. Su paso por las categorías inferiores fue bastante rápido. Cinco años en Regional, tres en Tercera, tres en Segunda B y tres en Segunda. Curiosamente,dio el salto a Primera junto a Alberto Undiano Mallenco, el niño precoz del arbitraje, que dirigirá el clásico de la final de la Copa del Rey.

Pedro Álvarez sólo tiene palabras buenas sobre Muñiz Fernández, con el que coincidió en Tercera. El delegado asegura que ha llegado arriba sin enchufes a pesar de conocer a Manuel Díaz Vega, actual director del comité Técnico de Árbitros, a quien el padre de Muñiz acompañó durante años como asistente: “Empezó muy joven y con muchas ganas, y ha llegado arriba por su trabajo”. Desde 2007 tiene la escarapela de árbitro internacional y en la actualidad es uno de los árbitros mejor valorados por sus superiores del Comité Técnico de Árbitros.

Estadísticas con el Real Madrid y el Barcelona

Tanto blancos como azulgranas pueden estar satisfechos con la designación porque sus estadísticas con Muñiz Fernández son buenas. Ha arbitrado en 18 ocasiones partidos en los que jugaba el Barcelona, con un balance de 13 victorias, cuatro empates y una derrota, ésta en el año 2003.  Ha pitado un penalti a favor de los culés y no le ha señalado ninguno en contra. Esta temporada, los de Guardiola le han tenido como juez en dos partidos saldados con triunfo: contra el Almería (0-8) y el Getafe (2-1).

 

En cuanto al Real Madrid, Muñiz Fernández ha arbitrado 26 de sus partidos, con unas estadísticas de 17 victorias, cinco empates y cuatro derrotas; 10 penaltis a favor y uno en contra. Esta temporada le ha dirigido también dos veces: en la goleada ante el Racing de Santander (6-1) y en la derrota ante Osasuna (1-0).

En sus años en Primera división sólo ha dirigido un clásico entre Real Madrid y Barcelona. Fue el 18 de abril de 2003 y el partido acabó con empate a un gol y la expulsión casi al final de Míchel Salgado.


'El Engominao'

Los aficionados al fútbol suelen acordarse de Muñiz Fernández por su pelo engominado, lo primero que viene a la cabeza al hablar de él. Al contrario que futbolistas como Cristiano, David Beckham o José María Gutiérrez 'Guti', este colegiado se ha mantenido fiel a su 'look' temporada tras temporada. Por su aspecto, muchos pueden pensar que es un tipo estirado, engreído, pero no es así. “Es un buen chaval, buena gente y muy buen árbitro”, asegura Pedro Álvarez, que asegura que gana en las distancias cortas cuando le conoces.

El pelo engominado es uno de los rasgos distintivos de este colegiado que nació en Bruselas, amante de los coches deportivos y del buen comer, que está casado y tiene un hijo. Como sus compañeros, tiene otro trabajo además del arbitraje. En su caso, trabaja como gerente de una consultoría de empresas. Debido al arbitraje, abandonó sus estudios de Derecho, pero el deporte del balompié le ha permitido ser juez e impartir justicia, o al menos intentarlo, que los árbitros, casi las únicas personas a las que se conoce por sus dos apellidos y no por el nombre o por éste y un apellido, también son humanos y pueden fallar.

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