Navas y Manu del Moral se visten de Míchel en El Sardinero

El encuentro era clave para los dos equipos, aunque por motivos muy diferentes. El Racing debía sumar para acercarse al Villarreal en su lucha por evitar el descenso, mientras que para el Sevilla podía ser una de sus últimas opciones de mantenerse vivo en la punga por los puestos que dan acceso a Europa. Se notó desde el inicio, con nervios e imprecisiones, con dos conjuntos atenazados por la responsabilidad.

Con el discurrir de los minutos, la conclusión fue cada vez más clara: el que asestara el primer golpe se llevaba la victoria. Así fue. Navas, el futbolista que más ha mejorado su nivel desde la llegada de Míchel, abrió el marcador mediada la primera mitad. Lo hizo aprovechando un rechace de Mario tras un disparo de Negredo, y lo hizo con un golpe con la pierda derecha, muy similar al que el Bernabéu vio durante la década de los ochenta a un futbolista que lucía el ‘8’.

El segundo tanto, el que sentenció el choque, lo materializó Manu del Moral tras el descanso. De nuevo, a la cabeza de los presentes en El Sardinero llegaron imágenes del Míchel futbolista, y no por ver a Adrián (su hijo, que tuvo un gris partido con el Racing). Del Moral recogió el balón en el franco izquierdo del área cántabra, recorrió con el balón pegado al pie la distancia que le separaba de la frontal, y con un disparo raso batió a Mario.

Con el 0-2 en el marcador, el Sevilla no tuvo problemas para contemporizar y ‘guardar la ropa’. Sabedores de la importancia de los puntos, y tras la arenga (camuflada de crítica) del presidente Del Nido, los de Míchel no se dejaron sorprender y supieron mantener la ventaja, e incluso la aumentaron. En el descuento se encontaron los dos protagonistas, Navas y Manu, y de su combinación salió el tercero. El extremo la puso, con un centro raso, y el delantero la empujó al fondo de la portería.