"M. Debie considera que ha ganado suficiente con la opinión internacional. Sabe que no ganará indemnizaciones sustanciales porque el COI voluntariamente retiró el logo y no quiere seguir pagando", declaró Mottard a la AFP, en la víspera de los alegatos en el tribunal civil de Lieja (este de Bélgica).
La retirada de la denuncia pone fin al litigio entre el grafista y las autoridades olímpicas, una polémica muy seguida en la opinión pública belga y japonesa.
Debie había denunciado al COI en julio, acusando al diseñador japonés Kenjiro Sano de copiar el logo que él había creado para el Teatro de Lieja y utilizarlo para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
El 1 de septiembre el comité de organización de los Juegos de Tokio decidió no utilizar más el logo oficial de Sano, debido a las acusaciones de plagio, e iniciar un nuevo concurso.
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