Paolo Guerrero lanza una botella a la cabeza de un espectador

No corren buenos tiempos para el Hamburgo, y Paolo Guerrero es el máximo exponente de la crisis del equiop alemán. En sexta posición de la Bundesliga, y lejos de los puestos de Liga de Campeones para la próxima temporada, la afición del Hamburgo está más que descontenta con su equipo.

Así se lo demostraron al término del partido anter el Hannover, penúltimo en la clasificación y que se llevó un empate a cero en su visita al Hamburgo. Cuando los jugadores se retiraban al vestuario, sucedieron los hechos. Guerrero escuchó algún insulto desde la grada y, ni corto ni perezoso, lanzó una botella de agua a la cabeza de un espectador, al que atizó de lleno.

Sus propios compañeros y los miembros de seguridad tuvieron que retener al jugador alemán, que se quería ir a la grada a por el aficionado. Al final se lo llevaron, pero el club ya ha anunciado que le impondrá la mayor multa económica en la historia del club.

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