"Paul", el "mejor amigo" de España en el Mundial

  • Se llamaba "Paul" y nunca un pulpo gozó de tanta popularidad mundial.

Nemesio Rodríguez

Madrid, 9 jul.- Se llamaba "Paul" y nunca un pulpo gozó de tanta popularidad mundial.

Paul se convirtió en una celebridad durante el Mundial de Sudáfrica, ya que acertó los ocho pronósticos que le solicitaron sus cuidadores del acuario "Sea Life" de la localidad alemana de Oberhausem.

El cefalópodo, de tres años de edad y 700 gramos de peso, fue un gran amigo de España, ya que "osó" adivinar que "La Roja" eliminaría, como así fue, a Alemania en las semifinales, un acierto que extendió a la final contra Holanda.

Con el respaldo del animal "oráculo" más famoso del mundo, España derrotó por un gol a cero a Alemania y por el mismo resultado a Holanda para adjudicarse su primer título mundial.

Su fallecimiento el 26 de octubre del pasado año fue sentido en España de forma particular, ya que sus dotes adivinatorias favorecieron siempre a "La Roja" cada vez que tuvo que elegir a un ganador en las ocho pruebas a las que fue sometido.

El pulpo era tentado en el acuario con sendos cebos de mejillón colocados en dos recipientes iguales de plexiglás y adornados con las banderas de las selecciones que se enfrentaban. El mejillón que se comía indicaba el ganador del partido.

Su popularidad fue inmensa. Alrededor de 600 cadenas de televisión filmaron sus actividades y hasta la CNN llegó a interrumpir sus transmisiones para ofrecer en directo al pulpo eligiendo al futuro ganador.

El "oráculo" del Mundial superó en número de noticias en Internet a los principales protagonistas de "La Roja" y cerró en 2010 la lista de los 10 temas más comentados del año en la red social Twitter.

La fama suele avivar los intereses y a ello no fue ajeno el pulpo de Oberhausen, localidad que también aprovechó el atractivo de su mascota preferida para levantarle en la zona del acuario un monumento de más de dos metros de altura, que le representa abrazando una pelota de fútbol.

Junto al monumento, se ha instalado una exposición con numerosos recortes de prensa procedentes de todo el mundo y las cajas originales empleadas en los pronósticos, en un intento de atraer un número mayor de visitantes al acuario de esta ciudad del oeste de Alemania.

Pero la disputa principal vino por los orígenes del pulpo, reivindicados por el Reino Unido y la isla italiana de Elba, donde Napoléon vivió sus últimos días.

Para afianzar su reclamación, Inglaterra lo nombró "embajador" de su candidatura a la Copa del Mundo de 2018, mientras el ayuntamiento de Elba le concedió el certificado de nacimiento en las aguas de la isla y le dedicó una calle.

"No es inglés, el pulpo Paul es italiano y para más detalles, de la isla de Elba", aseguraron en septiembre pasado los responsables del ayuntamiento, que sostienen que fue pescado y adiestrado por la alemana Verena Bartsch.

La localidad española de O Carballiño terció en la puja, aunque no para reclamar la paternidad de los orígenes de Paul, sino para nombrarle "Amigo Predilecto de la Villa". También se ofreció a acoger en su "Museo del Pulpo" los restos del oráculo tras su fallecimiento.

Varios empresarios de este municipio de Galicia habían ofrecido en su día 30.000 euros por Paul con el objetivo de convertirlo en símbolo de la zona y promocionar su "Fiesta del pulpo", la más famosa del mundo en lo que se refiere a la degustación de este molusco.

El 8 de agosto, un mes después del Mundial, Paul fue el protagonista de la fiesta, a la que acudieron como invitados especiales representantes del ayuntamiento de Oberhausem y del acuario "Sea Life", y en la que se consumieron 35 toneladas de pulpo.

La figura de Paul también fue utilizada en otras fiestas, como las Fallas de Valencia o el carnaval de Paraguay, y apareció en un belén navideño en Tegucigalpa. La mercadotecnia lo transformó en un producto de consumo a través de camisetas con aberturas para sus ocho brazos y hasta ratones para computadoras y en la India se disparó la demanda de pulpos como mascotas.

El cine tampoco dejó pasar la ocasión. La directora china Jiang Xiao estrenó en octubre su filme "Kill octopus Paul" (Matar al pulpo Paul), cuyo guión se basaba en una conspiración durante el Mundial en la que los partidos estaban amañados y el cefalópodo sólo era la herramienta de la mentira.

Como suele suceder, a Paul le surgieron imitadores pero nunca alcanzaron su fama adivinatoria. Aparecieron el mico Antón, el cocodrilo Harry, el puerco espín León, la hipopótamo enana Petty y lo osos panda Bosi y Huihui, éstos últimos para los Juegos Asiáticos de Cantón (China).

La fuerza que alcanzaron los oráculos animales relegó el peso de brujos y adivinadores humanos. Hasta el Brujo Mayor de México, Antonio Vázquez Alba, quedó en evidencia al predecir la victoria de Holanda sobre España en la final de Sudáfrica 2010.

"A rey muerto, rey puesto", y una semana después de su fallecimiento, el oráculo del Mundial ya tenía sucesor en Oberhausen, Paul II, de cinco meses de vida, procedente del sur de Francia, aunque nadie espera que alcance la fama de su antecesor, el "mejor amigo" de España en Sudáfrica 2010. EFE

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