Petrodólares, tradición y un invitado inesperado

  • El cierre del curso y de la competición en el Viejo Continente contempló la fortaleza de la tradición y el poder final de los petrodólares, que progresivamente se han adentrado en las principales ligas en busca de la rentabilidad y del negocio.

Santiago Aparicio

Madrid, 21 may.- El cierre del curso y de la competición en el Viejo Continente contempló la fortaleza de la tradición y el poder final de los petrodólares, que progresivamente se han adentrado en las principales ligas en busca de la rentabilidad y del negocio.

El poder del dinero ha alimentado la apuesta en los torneos. Ha terminado por ser una inversión rentable en Inglaterra, con el fin de la sequía del Manchester City en la Premier y con el Chelsea del ruso Roman Abramovich, vencedor en la Copa y la Liga de Campeones.

También fructificó, en parte, en España, donde el Málaga no pudo con la leyenda del Real Madrid pero dio su primer paso. Alcanzó, cuarto, un lugar en la próxima Liga de Campeones.

Francia fue una excepción. Las intenciones y el desembolso de la compañía a la que pertenece el catarí Nasser Al-Khelaifi no dieron para superar el entusiasmo del Montpellier, que dejó de ser un animador para conquistar la primera Liga de su historia.

Europa, en su mayoría, se aferró a la tradición. El Juventus y el Anderlecht se reencontraron con el poder en Italia y Bélgica; el Borussia Dortmund, el Ajax y el Oporto prolongaron el suyo en Alemania, Holanda y Portugal.

El Manchester City por fin encontró su premio y, 44 años después, acabó con la dictadura de su vecino, el United, para apoderarse de la Premier.

El enésimo proyecto del grupo inversor de los Emiratos Árabes que encabeza Sulaiman Al-Fahim dio su premio después de otro cuantioso esfuerzo. Jugadores como los franceses Gael Clichy y Samir Nasri, además del montenegrino Stefan Savic y, sobre todo, el argentino Sergio Agüero, terminaron por dar respuesta a una filosofía marcada por el brutal desembolso, que ya comenzó hace tres años, con futbolistas como el brasileño Robinho, el argentino Carlos Tévez, el togolés Emmanuel Adebayor, el marfileño Kolo Toure o el galés Craig Bellamy y, continuaron con otros como el también marfileño Yaya Touré, el español David Silva, el italiano Mario Balotelli o el bosnio Edin Dzeko, que solo les alcanzó para situarse entre los cuatro primeros y el derecho a jugar la máxima competición continental.

Sin embargo, en una temporada llena de vaivenes, de éxitos y decepciones, el City alcanzó el título de forma agónica, en el último partido y gracias a dos goles en el tiempo añadido.

En Italia, el Juventus encontró la luz al final del túnel. De la mano de Antonio Conte fue el único equipo de las grandes ligas europeas que acabó su viaje invicto.

El club turinés echó el cierre a casi una década entre tinieblas, sin éxitos notables, con un escándalo a sus espaldas, el conocido como 'calciopoli' (fraudes arbitrales en el fútbol italiano), que le supuso la retirada de sus dos últimos títulos (2004-2005 y 2005-2006) y el descenso a la Serie B.

Nueve años después, el Juventus amarró su vigésimo octavo 'Scudetto' con una jornada de antelación. Inalcanzable para el Milan, que terminó segundo, y al que desposeyó del trono que históricamente acapara.

El Borussia Dortmund prolongó la hegemonía. Mantiene a la sombra al Bayern Múnich. El cuadro de Jurgen Klopp sumó, con autoridad y varias semanas antes del cierre, su segunda Bundesliga seguida, la octava en su historia.

Es ya el Dortmund el tercer equipo con más títulos en la Liga alemana. Con esta corona ha dejado atrás al Schalke y solo le superan el Nuremberg, con nueve y el Bayern Múnich, que acumula 22 trofeos.

El Dortmund, que echó el cierre al curso con el doblete en el bolsillo tras ganar también la Copa, ha sido fiel a su estilo. Un fútbol lleno de pasión y de agresividad, sin bajar las revoluciones casi nunca. Con el orden que impone Mats Hummels y el despliegue del polaco Lucasz Piszczek, alma del conjunto al igual que su compatriota Robert Lewandowski y el japonés Shinji Kagawa, piezas cotizadas del fútbol internacional.

Con más oficio que virtuosismo, más "pegada" que "jogo bonito" y más cabeza que corazón, el Oporto logró su sexta Liga de los últimos siete años, para lo que le fue suficiente su mayor acierto en los momentos claves del campeonato.

Lejos de los niveles de excelencia alcanzados de la mano de André Villas-Boas la campaña anterior, cuando levantó cinco títulos, a los "dragones" les bastó en esta ocasión con aprovechar los errores de sus rivales, sobre todo del Benfica en este último tramo, para seguir perpetuando su "dictadura" en Liga.

El brasileño Hulk, 14 goles, y el también colombiano James Rodríguez, 12, taparon la ausencia del colombiano Radamel Falcao, única baja de calado junto a la del técnico Villas-Boas.

Vítor Pereira, el nuevo técnico, no consiguió emular el juego demoledor de su predecesor en toda la temporada, por lo que optó por reforzar su lado más efectista.

El Montpellier fue el invitado inesperado en el elenco triunfal del Viejo Continente. Erigido como un simple animador del torneo galo, apostó fuerte por el triunfo en el presente curso, que dominó, sobre todo, en el tramo final.

En tres temporadas (ascendió en la 2008-2009) ha hecho René Girard un equipo campeón. Por encima de los petrodólares del París Saint Germain, condenado a un segundo plano.

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