Polonia confía en los "teutones" para llegar lejos

Nacho Temiño

Varsovia, 4 jun.- Polonia encara su Eurocopa con la ilusión de alcanzar, al menos, los cuartos de final gracias sobre todo al buen estado de forma de sus tres jugadores del Borussia, aunque para eso tendrá que encontrar su estilo de juego y reducir su dependencia de Robert Lewandowski.

Lewandoski, Lucas Piszczek y Jakob "Kuba" Blasczykowski fueron piezas vitales del "doblete" histórico de Liga y Copa que conquistó esta temporada el Borussia Dortmund. De hecho, el club declaró intransferibles en mayo a los dos primeros.

Por los preparativos han puesto en evidencia algunas de las debilidades de los albirrojos, con continuos cambios en el sistema de juego, una selección desigual, escándalos por consumo de alcohol o visita de prostitutas en las concentraciones y polémica por la nacionalidad de sus futbolistas.

Éste es el caso de Sebastian Boenisch y Eugen Polanski, que aunque nacieron en este país han jugado en la sub 21 alemana antes de decidir integrarse en el combinado polaco, y el de Damián Perquis, hijo de emigrantes en Francia.

El encargado de poner orden en esta compleja selección es el polaco Franciszek Smuda, quien también tiene la nacionalidad alemana, entrenador de los albirrojos desde 2009, cuando sustituyó al holandés Leo Beenhakker.

Como técnico, Smuda tiene una dilatada experiencia en el campeonato de Polonia, donde desde 1983 ha entrenado a los principales equipos del país y ha ganado tres títulos ligueros.

En los partidos amistosos, Smuda ha probado hasta 50 jugadores, aunque sigue sin lograr compensar la línea defensiva, precisamente el punto más débil de este equipo, como explicó a EFE el entrenador español José Antonio Vicuña "Kibu", quien ha pasado por varios equipos de la liga polaca.

Una línea desajustada en la que, además de Wasilewski (Anderlecht) y Wawrzyniak (Legia Varsovia), se perfilan como titulares Piszczek, del Borussia, uno de los mejores laterales del fútbol europeo, y el nacionalizado Perquis (Auxerre) como eje de la defensa central.

El centro del campo que ofrecen los polacos peca de poco creativo, con Polanski (Mainz 05 y ex Getafe) y Murawski (Lech Poznan) como habituales dobles pivotes, y una línea de tres medias puntas que podría estar formada por Kuba Blaszczykowski (Borussia de Dortmund), Obraniak (Girondins de Burdeos) y Rybus (Terek Grozny).

Por delante de ellos se encuentra una de las estrellas del equipo, el delantero del Borussia Robert Lewandowski, quien llega a la Eurocopa en gran estado de forma tras el doblete logrado por su equipo, en el que fue su máximo artillero, y en el que descansan gran parte de las esperanzas de la afición polaca.

Sin embargo, la excesiva dependencia que el equipo tiene de Lewandowski es uno de los problemas que Polonia deberá superar, ya que es habitual que sus acciones ofensivas se basen en balones largos buscando alguna genialidad del delantero del Borussia.

Además de Lewandowski, el otro gran punto fuerte de esta selección se encuentra en la portería, donde Smuda tiene para elegir a los dos guardametas del Arsenal: Szczesny y Fabianski.

El guardameta titular será sin duda Szczesny (ya lo es el en Arsenal), quien puede presumir de una buena envergadura, reflejos y la personalidad necesaria para guardar la portería de su selección.

Los hinchas polacos esperan hacer un buen papel en esta Eurocopa, aunque el nivel de la Polonia actual queda lejos de aquella que con jugadores como Grzegorz Lato logró el tercer puesto en el Mundial de 1974 y en el celebrado en España en 1982.

Como resume "Kibu", para repetir grandes éxitos la Polonia de esta Eurocopa tiene a su favor un buen contraataque, el guardameta Szczesny y sus tres jugadores del Borussia.