Primer ministro polaco explica a hinchas medidas contra violencia en estadios

  • El primer ministro polaco, Donald Tusk, hizo un alto en la campaña electoral para reunirse hoy con aficionados al fútbol de este país, a quienes explicó las últimas medidas adoptadas por las autoridades para erradicar la violencia en los estadios de cara a la próxima Eurocopa de 2012.

Varsovia, 26 sep.- El primer ministro polaco, Donald Tusk, hizo un alto en la campaña electoral para reunirse hoy con aficionados al fútbol de este país, a quienes explicó las últimas medidas adoptadas por las autoridades para erradicar la violencia en los estadios de cara a la próxima Eurocopa de 2012.

El endurecimiento del control policial de los recintos deportivos cuenta con la oposición de los aficionados polacos, que acusan al Gobierno de Tusk de demonizarles y convertirles en "chivos expiatorios" de otros problemas que afectan a Polonia.

Lo cierto es que el país centroeuropeo, sede de la próxima Eurocopa de fútbol junto con Ucrania, está empeñado en acabar con el vandalismo en sus estadios y ha preparado un plan contra los hinchas violentos que incluye más medidas de seguridad, multas superiores a los 700 euros y la posibilidad de que la policía pueda sancionar en el acto.

La UEFA ya ha transmitido en diversas ocasiones su preocupación por los disturbios que regularmente sacuden las gradas polacas, con enfrentamientos entre policía e hinchadas como triste protagonista de muchos partidos.

Tras la reunión, Donald Tusk reconoció no haber convencido a los aficionados de la necesidad de endurecer la lucha contra los violentos, y reiteró que "no habrá tolerancia para la delincuencia en los estadios".

"No obstante, el Estado se esforzará en tratar de individualizar los casos para evitar castigos colectivos", puntualizó el primer ministro polaco.

Precisamente, ésta es una de las quejas que mantienen los aficionados al fútbol en Polonia, que afirman que el vandalismo de algunos colectivos violentos está convirtiendo a todos hinchas en objeto de sospecha, control policial y multas.

El caso de los aficionados al fútbol y la violencia en los estadios se coló días atrás en la campaña electoral, después de que cientos de hinchas se manifestasen frente a Tusk durante su visita a Bydgoszcz (centro del país) acusándole de coartar la libertad y de imponer un estado policial en torno a los encuentros deportivos.

El próxima nueve de octubre Polonia vivirá elecciones legislativas, con el partido de Tusk, Plataforma Ciudadana, como formación favorita por delante de los conservadores de Ley y Justicia.

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