¿Qué tiene que hacer Red Bull (legal o ilegal) para impedir que Alonso gane el Mundial?

  • Las mentes pensantes de Red Bull echan humo mientras estudian la estrategia para la última carrera de la temporada. En juego está el título y ya no hay margen de error. La calificación definió la parrilla de salida del Gran Premio de Abu Dabi y situó a Sebastian Vettel primero y Mark Webber quinto, mientras que el gran rival, Fernando Alonso, saldrá tercero. ¿Cómo conseguir el título? Analizamos sus opciones legales y sucias para lograr la machada.
Vettel saldrá de la pole en Abu Dabi; Alonso, tercero
Vettel saldrá de la pole en Abu Dabi; Alonso, tercero
Jorge Ramírez Orsikowsky

La melodía de 'Misión imposible' podría haber resonado en el cuartel general de Red Bull mientras los directivos e ingenieros elaboraban el plan de ataque para alcanzar el doblete. Christian Horner y Andrian Newey han debido dejar sin pilas la calculadora mientras calculaban estrategias, puestos y puntuaciones. Para desgracia de los dos directivos de la escudería de la bebida energética, la calificación no les ha facilitado las cosas.

El alemán Sebastian Vettel, favorito de la escudería pero con menos opciones que su compañero porque está a 15 puntos de Alonso, sale el primero; el australiano Mark Webber, que es segundo en el Mundial 2010 con 238 puntos, ocho menos que Alonso, partirá desde la quinta posición. En medio, el piloto español de Ferrari, tercero. Si eliminamos el factor de las averías, que puede afectar a cualquiera, así están las cosas de cara a la última carrera en el circuito de Yas Marina

Vettel necesita ganar y que Alonso sea quinto

Si los pilotos cruzasen la meta en el mismo orden de salida, Fernando sería tricampeón. Para ganar el título, la combinación más simple dice que Vettel necesita ganar y que Alonso sea quinto porque, a igualdad de puntos, en el desempate por posiciones durante todo el año gana el germano en cuartos puestos. Es decir, Vettel necesita que el Ferrari del asturiano pierda dos puestos.

Es una opción viable porque Webber pondrá todo de su parte para superar a Alonso ya que también se juega el campeonato, y el británico Jenson Button (McLaren) tiene la misión de acabar lo más arriba posible para ver si le suena la flauta a su compañero y compatriota Lewis Hamilton, que todavía puede ser campeón. Fernando debe tener mucho cuidado, sobre todo en la salida.

La opción de Webber, más polémica

Para que Webber sea campeón, empiezan a complicarse las cosas. Si el australiano gana, le vale con que Alonso sea tercero. A priori parece sencillo porque basta con que los dos Red Bull queden por delante del Ferrari, pero aquí podrían entrar en juego lasórdenes de equipo porque Webber tiene que superar a Vettel. Teniendo en cuenta la igualdad entre los dos monoplazas de un equipo y que Red Bull presume de que no da instrucciones a sus pilotos para alterar la carrera (algo ilegal aunque lo haga la mayoría de las escuderías), ¿cómo camuflar éstas si llegase el caso y la necesidad?

Las opciones para que Webber adelante a su compañero son varias: una parada de más de Vettel por un problemas de ruedas, una parada en boxes más lenta por algún problema al cambiar las gomas, que Vettel se salga un poco en la trazada... De todas formas, para llegar a este punto Webber tendrá que adelantar al Ferrari del español. De nuevo Fernando debe ser muy precavido en la salida y durante la carrera, porque llegará un punto en el  que el australiano se tendrá que jugar el todo por el todo.

La guerra sucia

Hablar de maniobras ilegales es casi el pan de cada día en la Fórmula 1. En cada gran premio hay acciones que los comisarios analizan por si se ha incumplido el reglamento. Que si pisas la línea al salir de boxes, que si te saltas una chicanes... Entre esas maniobras sucias está, sin duda, el accidente provocado. En la retina de los aficionados todavía están los finales de temporada que brindaron el francés Alain Prost y el brasileño Ayrton Senna con sendas colisiones en Japón en 1989 y 1990. O la acción del alemán Michael Schumacher sobre el canandiense Jaques Villeneuve en Jerez, en 1997.

Echar a un rival fuera del asfalto tiene el problema de que llama muchísimo la atención y los comisarios podrían (deberían) ser inflexibles con el infractor. Y también es peligroso porque un mal cálculo puede impedir acabar la carrera al agresor, que los coches de Fórmula 1 son muy frágiles en algunos puntos. Ahí entra la posibilidad de que otro piloto realice el juego sucio a su primera espada. ¿Haría eso Vettel por Webber? ¿Y al revés? ¿Y Massa por Alonso? ¿Sería Button un kamikaze a las órdenes de Hamilton? ¿Los Renault ayudarían a Red Bull por el hecho de compartir motor? Esperemos por el bien de este deporte que no se llegue a este punto.

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