River Plate, un grande que se cita con la historia tras recuperarse de un dramático descenso

    • En 2011 descendió de categoría por primera vez en su historia pero se rehizo y conquistó la Copa Libertadores en 2015.
    • Los de Gallardo quieren cambiar el signo de la historia: ningún equipo argentino ha podido conquistar un Mundial de Clubes.
River Plate busca dar la sorpresa ante el Barcelona. / AFP
River Plate busca dar la sorpresa ante el Barcelona. / AFP

26 de junio de 2011. Ese fue el día que se confirmó el descenso de River Plate a la Primera Nacional B, lo que equivale a la Liga Adelante en España. Bajar parecía una utopía pero en el partido de vuelta disputado en el Monumental ante Belgrano, el conjunto argentino no pudo remontar un 2-0 y acabó pereciendo entre los sollozos de una hinchada que nunca había visto descender a uno de los equipos más grandes del mundo. No era un mal sueño sino una realidad: River Plate tendría que jugar en la segunda categoría.

El descenso fue un directo que mandó a la lona a un equipo acostumbrado a vivir en la excelencia. Por sorpresa y rompiendo con el tópico que dice que volver a la élite se hace angustioso después de un descalabro de tal envergadura, River Plate se recompuso y en menos de un año logró volver a la élite del fútbol argentino. Y siempre de la mano de una afición que se ha recorrido medio mundo para estar presentes en la final del Mundial de Clubes.

Eso fue en 2012 y para el Clausura de 2013 River Plate ya volvía a palpar las mieles del éxito. Fue subcampeón del torneo argentino pero ya había una sensación: River Plate había vuelto para quedarse. Y lo demostró siendo campeón en 2014 y logrando la Copa Libertadores de 2015. Sólo habían pasado cuatro años y River Plate ya había vuelto a la cima.

Para conquistar su tercera Copa Libertadores dejaron en el camino a Boca Juniors, que fue descalificado porque su afición lanzó gas pimienta a los jugadores de River Plate, Cruzeiro, Guaraní y a Tigres en la final a doble partido donde sentenció en el Monumental tras ganar 3-0 al conjunto mexicano. Ponzio, Kranevitter, Alario o Carlos Sánchez, dirigidos por Marcelo Gallardo habían hecho historia.

River Plate quiere cambiar la historia

Para la afición argentina el Mundial de Clubes es lo máximo. El poder hacer frente a los equipos de Europa, siempre vistos como algo superior, ese un objetivo demasiado trascendente como para no darle importancia. Mientras que en Europa primero está la Champions League y el Mundial de Clubes se ve como algo secundario, en Sudamérica es todo lo contrario.

Por ello más de 20.000 seguidores de River Plate se han recorrido medio mundo y llevan una semana animando a su equipo en Japón. El equipo de Gallardo tiene la oportunidad de ser el primer equipo argentino en lograr este torneo desde que tiene esta denominación. Boca Juniors, Estudiantes y San Lorenzo lo intentaron ante Manchester United, Barcelona y Real Madrid pero los equipos del viejo continente impusieron su ley.

En total, y contando la Copa Intercontinental, los europeos han podido con los argentinos en 12 de las 21 veces que se han enfrentado. En Argentina aún recuerdan la final conquistada ante el Steaua de Bucarest (1-0), el que aún se recuerda como uno de los partidos más importantes en la historia del club. Este domingo River Plate tiene otra cita con la historia.

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