Rodrigo mantiene su dulce momento y ‘la rojita’ se aprovecha

  • El gran protagonista de la victoria de la selección española sub'21 ante Estonia fue Rodrigo (6-0). El delantero del Benfica logró antes del descanso un hat-trick con el que el equipo que entrena Luis Milla sentenció el choque. Ahora toca pensar en el importante choque ante Suiza.
Aitor Amorós

Muchos de los aficionados españoles que vieron la semana pasada el resumen del partido que enfrentó al Benfica con el Basilea en la Champions League cayeron en la cuenta de que el autor del golazo del equipo portugués era Rodrigo. El joven delantero surgido del Celta de Vigo y que se dio a conocer en el Castilla, que está confirmando su categoría en el país vecino tras un periplo por Bolton, volvió a lucir ante Estonia.

Sin lugar a dudas, aquel tanto al equipo suizo fue el más bonito de la jornada de Liga de Campeones, un disparo, sin dejar caer el balón, que se coló por la escuadra. Pese a ello, no es un fijo para su técnico y las oportunidades que recibe son pocas. Las convocatorias con la selección Sub’21 las tomas como un regalo, como una ocasión para ganar confianza y demostrar que está en camino de convertirse en un ariete de primer nivel. Con actuaciones como la que tuvo ante Estonia, no tardará en convencer a todos.

No tardó en abrir el marcador, apenas cuatro minutos. Tras una excepcional jugada personal dentro del área, una acción de delantero clásico (control, giro, disparo), anotó el primer gol de su cuenta personal. Un tanto muy importante por encarrilar el choque para el equipo de Luis Milla, un tanto que daba tranquilidad.

Demostrando que domina otras artes del ariete, el segundo lo logró con un remate de cabeza perfecto: golpeó el balón, le dotó de más fuerza y velocidad, y lo puso lejos del alcance del guardameta estonio. El centro fue de Montoya, y fue bueno, pero con su cabezazo lo hizo aún mejor.

Poco antes del descanso culminó su gran actuación con otra acción propia de un delantero completo. Consistió en estar atento al fallo del portero rival, que no atrapó un centro cruzado, para aprovecharse y rematar a puerta vacía. Era su tercer gol, el que completa su hat-trick en cuarenta y cinco minutos.

Luis Milla le mantuvo sobre el césped el comienzo de la segunda mitad, pero al ver que ya no iba a marcar (sí lo hicieron Isco, Álvaro Vázquez y Sarabia), decidió darle descanso y regalarle la ovación de los aficionados. Él había cumplido, había aprovechado su oportunidad.

 

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