Rossi debe ganar en 'su' casa de Misano para seguir luchando con Márquez

El italiano Valentino Rossi debe vencer el domingo en 'su' casa, en el circuito de Misano, en el Gran Premio de San Marino, si desea recortar la desventaja con respecto al español Marc Márquez y conservar alguna esperanza de proclamarse campeón del mundo por décima vez.

"Misano es mi carrera" ha repetido Rossi, que vive a apenas 15 km del trazado de Misano, que combina curvas lentas con las chicanes.

Ganador en tres ocasiones con Yamaha, una moto que se adapta bien a esta pista (seis victorias de la marca japonesa en nueve participaciones desde 2007, año de la entrada del Gran Premio de San Marino en el mundial de motociclismo), Rossi debe dar un golpe de autoridad ante su público.

A 50 puntos de Márquez en la clasificación general provisional, el equivalente a dos victorias, al italiano ya no le queda mucho margen de maniobra en un campeonato al que sólo le quedan seis carreras (de un total de 18).

Por su parte, Márquez, ganador el año pasado, demostró, tal como había hecho su compañero Dani Pedrosa en 2010, que es posible vencer en Misano con una Honda.

Cierto es que las condiciones de carrera en 2015 fueron dantescas y que la suerte sonrió a los más avispados: Márquez, Smith, Redding y Baz, por este orden, fueron los que mejor se adaptaron a los caprichos del clima y los primeros que anticiparon el sol después de la lluvia.

El español Jorge Lorenzo, autor de la 'pole' y en plena lucha con Rossi por un título mundial, se cayó y se marchó de San Marino sin un solo punto en el zurrón, aunque acabó ganando la corona.

Esta temporada, y particularmente un verano (boreal) catastrófico, con un solo podio en las últimas seis carreras (tercero en Austria), por tres victorias y dos segundos puestos en el primer tercio del campeonato, ha descartado a Lorenzo para revalidar el título, pero con cuatro victorias en Misano, como Márquez, no hay que descartarle para el domingo.

A 64 puntos de su compatriota, el mallorquín tiene además suficiente orgullo como para seguir dando guerra hasta la última carrera.

En un campeonato particularmente abierto, en el que siete pilotos diferentes han ganado las siete últimas carreras, pronosticar el vencedor del domingo se antoja complicado.

Para cuatro de estos últimos vencedores (Miller, Iannone, Crutchlow y Viñales) supuso su primer triunfo en la máxima categoría del motociclismo, algo nunca visto desde 1982. La victoria de un quinto 'novato' sería, simplemente, histórico.

Igualmente histórico sería en Moto2 que un campeón del mundo revalide su título. El francés Johann Zarco lo tenía bien encarrilado, pero su sanción en Silverstone por una maniobra peligrosa que acabó con la caída de Sam Lowes, le impidió sumar puntos el pasado fin de semana y solo cuenta con 10 puntos de ventaja sobre el español Álex Rins.

Finalmente en Moto3, el sudafricano Brad Binder ganó en Inglaterra y dejó casi sentenciado el título, al aventajar en 86 puntos a su principal perseguidor, el español Jorge Navarro.

Sería el primer sudafricano en ganar un título mundial de motociclismo desde que Jon Ekerold ganase en 1980 con Yamaha el título en 350 cc, cilindrada que desaparecería dos años después.

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