Si yo fuera Sandro Rosell, no iría de copas a Luz de Gas

  • Laporta fue feliz en Luz de Gas hace ahora un año, el 29 de noviembre de 2009, cuando ganó al Madrid 1-0 en el Camp Nou y lo celebró por todo lo alto en ese local catalán. Sin embargo, y esto es un consejo, Sandro Rosell no debería seguir sus pasos y apuntar más hacia el glamour barcelonés que lo hay... y realmente bueno.
Joan Laporta, en Luz de Gas el día de autos (Fotografía de La Gaceta)
Joan Laporta, en Luz de Gas el día de autos (Fotografía de La Gaceta)
lainformacion.com
Óscar Rodríguez

Es Luz de Gas, uno de los lugares más carismáticos de la noche barcelonesa. Le 'acusan' de pijo, pero no tiene un solo ambiente, ya que este local, famoso en toda España por la celebración de Joan Laporta tras un Barça-Madrid, es conocido en la Ciudad Condal por los conciertos que celebra y en los que se dan cita todo tipo de melómanos: desde los amantes del jazz hasta los del heavy duro.

Pero dejando a un lado el tipo de clientela que acude a Luz de Gas dependiendo del concierto de turno, lo que queda claro es que es un lugar de peregrinación nocturna. Le delata la larga cola que se forma a la entrada del local en la calle Muntaner, y el precio de la entrada, porque no todos los bolsillos pueden permitirse dejarse 18 euros para tomarse una copa y disfrutar del espectáculo.

Porque eso es lo que es Luz de Gas. Un espectáculo. Un lugar para pasarlo bien bailando, pero más aún es un local para ver y para ser visto. Los famosos de segunda de la capital catalana suelen hacer acto de presencia, lo que suele provocar masas de fans acosándoles en la pista. Más o menos, lo que suele pasar en Madrid con 'La Posada de las Ánimas'.

Eso es precisamente lo que no necesita Sandro Rosell, que le vean como a Joan Laporta, en un estado de exaltación y agarrado a una botella de champagne, que no de cava por cierto. Porque el espectáculo que generó el ex presidente azulgrana es más digno de una fiesta particular con los amigos en su casa que de la pista de baile de una discoteca. Porque no, no hay sala VIP en Luz de Gas, así que todo lo que pase ahí está a la vista de todos en cualquiera de los dos pisos en los que se esté.

Si uno quiere pasar desapercibido en Barcelona para pasar una noche de copas, nada mejor que el Hotel W, tanto en su W Bar o su Wet Bar (más veraniego) para saber lo que de verdad es el glamour. O si quieres buen ambiente sin tener que pelearte con una camarera borde como las de Luz de Gas, piérdete por el Puerto Olímpico y sus clásicos: el Opium, el Carpe Diem, el Shoko...

Lo dicho: Luz de Gas es un sitio fantástico para ir a alguno de sus conciertos. No en vano, por allí han pasado grandes y tan dispares artistas como Alan Parsons Project, Kool and the Gang o Niña Pastori. Pero si lo que de verdad quieres es glamour, no te parezcas a Joan Laporta.

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