Tiger Woods, dos años y un día sin levantar un trofeo

Dos años y un día. Parece una condena y seguro que Tiger Woods considera que lo es. Es el tiempo que lleva sin levantar un trofeo, una eternidad para el golfista que dominó con guante de seda y madera o hierro este deporte durante una década. El 15 de noviembre de 2009 ganó su último torneo, el Abierto de Australia. A partir de ahí, una caída a los infiernos y un intento de resurgir de sus cenizas.

La caída al hoyo más profundo la protagonizó a partir de que se destaparan sus múltiples infidelidades a su esposa, la modelo sueca Elin Nordegren. Fue el 27 de noviembre de ese año. De faltarle dedos en las manos para contar sus victorias y millonarias ganancias se pasó a perder la cuenta de las amantes que le salían. El 11 de diciembre, Tiger abandonó el golf para intentar salvar su matrimonio con ingreso en una clínica de desintoxicación sexual incluido. No lo ha logrado.

Volvió a competir en los greens el 5 de abril de 2010, en el Masters de Augusta. Uno de los cuatro grandes torneos y que Tiger ha conquistado en cuatro ocasiones, la primera de ellas, con 21 años, lo que le convirtió en el más joven ganador de un 'major en su momento. Desde su regreso, Woods, que cumplirá 36 años en diciembre, todavía no ha saboreado las miles del éxito.

Mucho tiempo para un golfista que acumula 14 grandes (4 Masters de Augusta, 4 PGA Championship, 3 Abiertos Británicos y 3 Abiertos de Estados Unidos), a sólo cuatro de Jack Nickalus. En su momento, nadie dudaba de que superaría a su compatriota, pero tampoco nadie esperaba semejante parón en la carrera del 'Tigre' ni que bajara más allá del puesto 50 del ránking mundial, posición que ahora ocupa.

El ex número uno lucha por volver a serlo. Tras finalizar tercero en el Abierto de Australia, a dos golpes del jugador local Greg Chalmers, Tiger dijo a los medios de comunicación: "Me siento muy bien, es agradable sentirse en forma de nuevo tras tanto tiempo, ha sido un periodo difícil". Ha demostrado en varias ocasiones que mantiene su calidad, con tarjetas plagadas de birdies. Sin embargo, le falta recuperar la regularidad. Alterna tres días buenos con un recorrido malo, lo que le ha impedido ganar algún título en estos dos años y un día.