Del monarca Uchimura al torbellino Biles: la gimnasia artística llega a Rio montada en récords

Él representa la serenidad y la clase del campeón, ella es la energía de un talento explosivo: son el japonés Kohei Uchimura y la estadounidense Simone Biles, las dos grandes estrellas de la gimnasia artística en Rio, dos atletas geniales que llegan con las maletas repletas de récords.

Único gimnasta con seis oros mundiales consecutivos en el concurso completo individual, Uchimura pisará la Arena Olímpica de la 'cidade maravilhosa' a partir del 6 de agosto con el reto de defender su título de Londres-2012. Un doblete que sólo han conseguido tres atletas en la historia y que nadie ha logrado repetir desde 1972.

Ahora con 27 años, este gimnasta que se presentó al mundo en Pekín-2008 -con dos platas, en individual y por equipos- se fue de Londres cuatro años más tarde convertido ya en una estrella, gracias al oro en el concurso general y sus platas en grupo y en suelo. Pero se dejó una asignatura pendiente.

A orillas del Támesis, 'King Kohei' volvió a ver frustrado cómo Japón se quedaba a un paso de recuperar el brillo de un pasado mejor, superada de nuevo por China en la final, que sumó su segundo título consecutivo. Obsesivo en su batalla por la perfección, no piensa dejar que la escena se repita en Rio.

En el Mundial de Glasgow-2015, Uchimura ganó tres oros -entre ellos el ansiado campeonato por equipos para su país por primera vez en 37 años-, llevando hasta los 19 metales su increíble colección, 10 de ellos dorados.

Pero, a pesar de su brillante carrera, Uchimura no lo tendrá fácil para monopolizar los focos en Rio.

La culpa la tiene una joven que apenas levanta 1,45 m del suelo y que desembarca en sus primeros Juegos con las bendiciones de los grandes apóstoles de la gimnasia, que ven en ella a un prodigio con condiciones para marcar una era.

A sus 19 años, Simone Biles no tiene freno. Siempre sonriente, explosiva y con un punto de descaro, antes de cumplir los 20 esta atleta afroamericana ya posee el récord de oros en mundiales, tiene 10, además de ser la única gimnasta en haber sido triple campeona del concurso individual (tres mundiales, tres oros).

Con sus 14 preseas, sólo le supera en medallas mundiales la exgimnasta rusa Svetlana Khorkina, que sumó 20.

La estrella de Biles, adoptada por sus abuelos cuando tenía tres años debido a los problemas de su madre con las drogas, ha eclipsado a su compañera Gabrielle Douglas, quien se convirtió en Londres en la primera gimnasta negra de la historia en ser campeona olímpica del concurso completo individual.

Juntas, sin embargo, defenderán el título por equipos logrado hace cuatro años por Estados Unidos, dejando poco espacio a Rusia, segunda entonces tanto por equipos como en individual, con la plata de Viktoria Komova, que anunció su retirada en junio debido a sus problemas de espalda.

La participación completa del equipo ruso, sin embargo, todavía está por definir, ya que la Federación Internacional (FIG) aún no ha dado una respuesta definitiva respecto al gigantesco escándalo de dopaje.

El país de los Urales fue el segundo con más medallas en la competición de gimnasia de los Juegos de Londres (3 oros, 5 platas y 4 bronces), por detrás de China, y contando las tres modalidades: artística, trampolín y rítmica, donde su reinado no tiene fin.

Con permiso de Biles, la otra gran protagonista en Rio será la uzbeka Oksana Chusovitina, que a los 41 años disputará sus séptimos Juegos, convirtiéndose así en la gimnasta más veterana de la historia olímpica.

Y en pleno despertar, la gimnasia latinoamericana quiere hacerse mayor en los primeros Juegos organizados al sur del continente.

Hace cuatro años, el brasileño Arthur Zanetti se convirtió en el primer latinoamericano en ser campeón olímpico con su oro en anillas, lanzando el primer aviso de que los podios de este deporte que no ha faltado a ninguna olimpiada desde Atenas-1896 ya no son patrimonio único de países lejanos.

Con su oro en el Mundial de 2013 y la plata del año siguiente, este atleta paulista de 26 años carga en sus brazos una de las mayores esperanzas de medalla del país anfitrión.

Pero si alguien llega a Rio en el momento justo, ese es el colombiano Jossimar Calvo, quien presentó las credenciales de una evolución espectacular al entrar por la puerta grande a sus primeros Juegos, como segundo en el preolímpico de abril.

Este joven de 22 años que creció junto a su madre sorteando la pobreza en Cúcuta (noreste de Colombia) dio el salto en los Panamericanos de Toronto-2015, donde se llevó cinco medallas -tres de oro-, demostrando que ha llegado para quedarse a la élite mundial.

Otra gran noticia es la explosión del prodigio cubano Manrique Larduet, plata en el concurso individual -por detrás del mismísimo Uchimura- y bronce en barra fija en el Mundial-2015.

A sus 20 años, será la gran estrella del regreso de la gimnasia del país caribeño a unos Juegos tras 12 años de ausencia.

A ellos se suma la ambición del veterano gimnasta chileno Tomás González, que tratará de vengar en Rio las decepciones de Londres, cuando se le escaparon las medallas de salto y suelo al finalizar cuarto.

Todo preparado para que la gimnasia latinoamericana dé su salto definitivo en Rio.

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