Ultras. La asociación europea de aficionados al fútbol ven “erróneas” las medidas antiviolencia


La asociación ‘Football Supporters Europe’ (‘Aficionados al fútbol Europa’) consideró este martes “erróneas” las medidas anunciadas por el Gobierno, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y la Liga de Fútbol Profesional (LFP) contra la violencia en el deporte porque suponen “castigos masivos cortoplacistas” que pueden desencadenar “consecuencias perjudiciales”.
Los secretarios de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, y para el Deporte, Miguel Cardenal, comparecieron hoy ante el Congreso de los Diputados para dar cuenta de las medidas que los diferentes estamentos del fútbol pondrán en marcha a más tardar el próximo 15 de diciembre, con el fin de erradicar la violencia en los estadios.
Algunas de ellas son el cierre parcial o total de las gradas, el descuento de puntos para los equipos en la clasificación, la figura del oficial de partidos que de fe de cánticos que inciten a la violencia y la puesta en marcha de tornos que recojan el reconocimiento facial o huellas dactilares de determinados aficionados.
‘Football Suporters Europe’ (FSE) condenó en un comunicado los incidentes violentos que desencadenaron la muerte de Francisco Javier Romero Taboada ‘Jimmy’, aficionado de los Riazor Blues (del Deportivo de La Coruña), en una reyerta con miembros del Frente Atlético (del Atlético de Madrid) el pasado 30 de noviembre en los aledaños del Estadio Vicente Calderón.
“Ningún partido de fútbol en el mundo vale la vida de una persona. Por este motivo y antes de nada, queremos expresar nuestras más sinceras condolencias a su familia y amigos, les acompañamos en el sentimiento”, añadió.
Sin embargo, este colectivo señaló que “las reacciones de los políticos y clubes españoles son erróneas” y podrían “desencadenar consecuencias perjudiciales”. “No debería procederse a castigos masivos cortoplacistas contra ciertos sectores de aficionados en toda España”, apuntó.
“CULTURA DE GRADA POSITIVA”
FSE subrayó que “no está completamente claro qué ocurrió” en Madrid el pasado 30 de noviembre y la reacción de los políticos y responsables del mundo del fútbol “parece comprensible”, pero la medida de castigar a los ultras sin acudir a los campos es “altamente problemática y contraproducente”, puesto que “grupos de hinchas han visto ya prohibida su entrada a sus estadios sin que participaran en los incidentes y parece que se planea la criminalización total de un movimiento cultural de grada”.
Recalcó que “hay poderosas razones para dudar que los castigos colectivos sean constitucionales” y que esos castigos “amenazan a una inmensa mayoría de hinchas jóvenes organizados en grupos como estos y que aparentemente nunca se han comportado de manera violenta o racista en el pasado, o que incluso pertenecen a grupos que han seguido un proceso positivo en los últimos años”.
FSE indicó que las medidas antiviolencia podrían retrasar “muchos años la necesaria adopción de una cultura de grada positiva” y que “los castigos colectivos empujan a las fuerzas moderadas dentro de los grupos de hinchas hacia el radicalismo, ya que son condenados pese a ser inocentes”.
“Varios de estos grupos participan activamente en campañas sociales, así como en labores contra el racismo en el fútbol en sus propios clubes y comunidades. Pero, no obstante, esos grupos se ven ahora incluidos en el mismo paquete junto a grupos conocidos por haberse comportado de forma abiertamente racista a lo largo de los años y están a punto de ser castigados sin haber estado involucrados de ninguna manera en el proceso para resolver los problemas del fútbol español”, concluyó.

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