Los miembros del Comité directivo de la UCI, reunidos estos días en Birmimghan (Gran Bretaña) han decidido que es necesario reforzar las medidas puestas en marcha, sobre todo la inspección visual de las bicicletas con el apoyo de un escáner, que ya será utilizado en el próximo Tour de Francia que comenzará en Rotterdam (Holanda) el 3 de julio.
"Este aparato, que ha sido recientemente probado con éxito, permitirá detectar cualquier dispositivo ilícito que pudiera colocarse de manera disimulada en cualquier lugar de la bicicleta, como por ejemplo en el cuadro de la misma", explica la UCI.
La UCI está considerando la posibilidad de firmar una colaboración con la Escuela Politécnica Federal de Lausana para el estudio de la influencia de la tecnología en los equipos utilizados para la practica del ciclismo, con el fin de que contribuya de manera positiva al deporte y para prevenir la deriva en el futuro.
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