Un Fórmula 1 para quedarse de piedra

  • Tresh (Albania).- Tres hermanos apasionados de la Fórmula Uno procedentes de un pequeño pueblo del norte de Albania han esculpido en piedra un McLaren Mercedes que pesa 6,5 toneladas.

Un Fórmula 1 para quedarse de piedra
Un Fórmula 1 para quedarse de piedra

Tresh (Albania).- Tres hermanos apasionados de la Fórmula Uno procedentes de un pequeño pueblo del norte de Albania han esculpido en piedra un McLaren Mercedes que pesa 6,5 toneladas.

Aunque uno es de los más veloces del mundo y el otro se mueve sólo gracias a una potente grúa, ambos se parecen en la forma de la carrocería y en el tamaño.

El coche de piedra, que lleva el distintivo escudo de Mercedes, es un monoplaza que mide 3,4 metros de largo y 1,5 de ancho.

Esta rara obra de arte la ha realizado un joven de 24 años, Alfred Gjini. Sus dos hermanos, Gjonarin y Aleks, de 27 y 33 años, respectivamente, sólo le han echado una mano para que el modelo se concluyera en menos de tres meses.

La familia Gjini vive en el pueblo de Tresh, de 1.500 habitantes y situado a unos 80 kilómetros en el norte de Tirana.

La historia empezó en agosto pasado, cuando un primo pidió a los tres hermanos que le preparasen algo especial para atraer a los clientes a su taller de reparación de coches.

"Alfred es fan de Michael Schumacher y se le ocurrió modelar un coche de Fórmula Uno en piedra, cuya copia la sacó de Internet", dijo a Efe Gjonarin, su hermano.

Ahora que Schumacher conducirá para la escudería alemana Alfred se siente muy feliz porque se ha realizado su sueño de que se reúnan el piloto con el coche que más ama.

"Lo hemos trabajado a mano y con gran paciencia", dijo Gjonarin.

La parte maciza de la carrocería es de piedra roja, conocida como Rosso Albania, y la han extraído del monte que se halla a poca distancia del taller.

Las ruedas y el volante son de una piedra de color gris, mientras que los tubos de escape y las llantas son de piedra blanca traídas desde el suroeste del país.

Los tres hermanos coinciden en que el proceso más difícil durante la construcción ha sido la perforación de la piedra roja para modelar el asiento del piloto.

Desde hace seis años los hermanos se dedican profesionalmente a esculpir en piedra, y han creado miles de obras decorativas como estatuas, pozos, altares y baptisterios de iglesias para sus numerosos clientes provenientes de toda Albania.

"Trabajamos todo el día y ganamos poco, porque los albaneses son pobres. Con la mitad del trabajo, en Italia viviríamos mejor porque allí se paga mucho la labor artesanal", se quejó Gjonarin.

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