Un González en dos finales olímpicas

Natalia Arriaga

Londres, 4 ago.- La gimnasia latinoamericana, que nunca ha ganado una medalla olímpica, he encontrado una nueva esperanza en el chileno Tomás González, de 26 años, que disputará los próximos dos días en Londres sendas finales, las de suelo y salto, con fundadas opciones de podio sobre todo en este último aparato.

González, que llegó a la capital británica con la esperanza de entrar en una final y se ha encontrado con dos, obtuvo en la ronda de clasificación la tercera mejor nota en salto, 16,149 puntos de media, solo superado por el ruso Denis Ablyazin y por el coreano Yang Hak Seon.

Habrá otro gimnasta de habla hispana en esa final, el español Isaac Botella, octavo en Pekín 2008, pero la mayoría de los clasificados proceden de países con amplio historial de medallas olímpicas, como Rusia, Ucrania, Estados Unidos o Rumanía. Pocos 'gonzález' han pisado esas tablas.

Tomás dijo tras la primera fase que por fin se había visto "el trabajo de todo el año en el salto". Opina que, una vez en la final, el nivel se iguala.

"Lo que sí influye es el orden de paso. Mi sueño es una medalla, pero si hago lo que yo sé, el resto que se dé solo", afirmó.

González hace dos saltos de alto riesgo que, en caso de ejecutarlos de forma correcta, le pueden llevar al podio.

Se trata de un 'tsukahara' doble carpado hacia atrás, con 7 de dificultad, y de un 'yurchenko' con dos giros y medio, de 6,6.

Para presentarlos tendrá que esperar al lunes, pero antes, mañana domingo, tendrá una buena toma de contacto con las finales en la de suelo, que promete un altísimo nivel.

El chileno obtuvo en esta especialidad la sexta puntuación. Encabezan la relación de favoritos dos grandes de la gimnasia, el chino Zou Kai, campeón de suelo y por equipos en Pekín 2008, y el japonés Kohei Uchimura, que ha ganado en Londres el oro en el concurso completo y tiene tres títulos mundiales absolutos y el último de suelo.

Tomás González se plantea hacer algún cambio en la primera diagonal, con un salto extendido en vez de agrupado, que le daría más puntos.

A este respecto, el de Santiago reflexionó para Efe sobre la desaparición de la nota máxima de 10 en su deporte, que han puesto en cuestión históricos gimnastas como la rumana Nadia Comaneci.

"El nivel es tan alto, con tantas dificultades y tantos descuentos, que algo había que hacer porque el 10 se quedaba pequeño. Pero entiendo que no a todos les guste", dijo.

"Pero ahora hay que introducir tantas dificultades que la gimnasia artística se ha convertido, más que en artística, en extrema. Quien mete más dificultades tiene más ventaja, aunque cometa grandes errores", observó.

"A mí me gustaría recuperar el lado artístico, pero es lo que hay", añadió.

El chileno tendrá que luchar en los dos próximos días con los nervios que admite que sintió en su primera aparición en los Juegos, en la ronda de clasificación.

"He recibido mucho apoyo, hay mucha gente pendiente y eso te da mucha ansiedad, por el miedo a fallar", reconoció.