Un pletórico Benfica busca ajustar cuentas con su pasado reciente

  • ¿Y si el Benfica reedita el camino del Bayern Múnich de Jupp Heynckes, que en 2012 lo perdió todo para el año siguiente lograr la triple corona? Ésta es la pregunta que circula entre los aficionados cuando el conjunto lisboeta vuelve a estar a las puertas de levantar tres trofeos.

Antonio Torres del Cerro

Lisboa, 17 abr.- ¿Y si el Benfica reedita el camino del Bayern Múnich de Jupp Heynckes, que en 2012 lo perdió todo para el año siguiente lograr la triple corona? Ésta es la pregunta que circula entre los aficionados cuando el conjunto lisboeta vuelve a estar a las puertas de levantar tres trofeos.

Semifinalista de la Liga Europa, en la que se mide al Juventus, finalista de la Copa de Portugal, después de apear en un heroico encuentro a su acérrimo rival Oporto, y a dos puntos de conseguir su trigésimo tercer entorchado liguero, el equipo dirigido por Jorge Jesús busca ajustar cuentas con el pasado año.

En cuestión de tres semanas, perdió la Liga en un dramático partido ante el Oporto, que anotó el gol del triunfo en el 91; cayó en la final de la Liga Europa ante el Chelsea por un cabezazo en el 89 de Ivanovic; y dobló la rodilla en Copa ante el Vitória de Guimaraes, que remontó en los últimos quince minutos.

Hoy, con el mismo entrenador, el concienzudo y exigente Jorge Jesús, y una plantilla similar, el coloso luso está empeñado en vengarse del fracaso de 2013, como demostró anoche en la vuelta de la semifinal de Copa.

A pesar de estar con un jugador menos durante una hora por la expulsión del lateral brasileño Guilherme Siqueira, venció tres a uno al Oporto y maravilló por su orden táctico, capacidad de sacrificio y calidad individual.

"Somos un equipo muy determinado. Los jugadores del Benfica fueron brillantes (...) Saben todo lo que tienen que hacer", resumió anoche el técnico Jesús, arquitecto de un conjunto que funciona con una admirable precisión independientemente de sus nombres.

Blindado por una pareja de centrales de elite, la formada por el argentino Ezequiel Garay y el brasileño Luisao, y solventes laterales como Guilherme Siqueira o el uruguayo Maxi Pereira, el centro del campo es el principal pilar del equipo.

Aunque ya no disponga del completo medio serbio Nemanja Matic, vendido al Chelsea en enero a cambio de 25 millones de euros, Jesús, de 59 años, ha logrado combinar las diferentes cualidades de sus jugadores en favor del juego de equipo.

El sentido posicional y eficacia defensiva del serbio Fejsa, el dinamismo del portugués Rúben Amorim y, sobre todo, el ímpetu y la técnica del argentino Enzo Pérez trabajan al servicio del talento de sus volantes y extremos.

Su principal estilete, es el argentino Nico Gaitán, cuya zurda de oro ha marcado y dado varios goles, pero también el joven serbio Lazar Markovic o el también argentino Eduardo 'Totó' Salvio garantizan desborde y clase en el pase.

En ataque, la capacidad de presión, la velocidad y el remate se condensan en el brasileño Rodrigo Lima y en Rodrigo Moreno, el internacional español sub-21 máximo goleador del conjunto en Liga, con once dianas.

Las lesiones, como la del lateral Sílvio (ruptura de la tibia y el peroné), o sanciones no tambalean el funcionamiento del Benfica, que se encuentra más a gusto con la posesión del cuero, pero que también sabe responder al contraataque.

Ayer mismo, los jóvenes portugueses André Gomes y André Almeida suplieron con garantías bajas de última hora.

El espigado Gomes, tasado en 15 millones de euros, firmó un sobresaliente tanto, el 3-1, en el que hizo un sombrero al defensor francés Mangala y remató de primera al palo corto de Fabiano.

La numerosa "nación encarnada" -oficialmente el Benfica es el club con más socios del mundo, más de 200.000- ya puede comenzar a descorchar su primer título este mismo fin de semana en la céntrica plaza del Marqués de Pombal de Lisboa.

Una victoria casera ante el colista Olhanense o un tropiezo del Sporting de Lisboa le conduciría al título liguero, que no ganan desde la 2009-2010, primera temporada de Jesús en el club.

La maldición de Guttmann, exentrenador húngaro que maldijo una larga de sequía en títulos europeos al Benfica, podría por fin desvanecerse después de más de 50 años en las que el doble campeón continental (1961 y 1962) perdió hasta siete finales europeas.

"Para llegar a las finales deben ganarse muchos partidos. Después pueden ganarse o perderse (...) Solo los grandes equipos del mundo llegan a las finales", ha razonado Jesús, que aspira a aprender del pasado y repetir la senda de Heynckes.

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