Una clase de los Messis de la música para los futuros Mozarts de La Masia

  • Àlex Cubero.

Àlex Cubero.

Barcelona, 24 may.- Mientras Leo Messi acaba de afinar su violín con delicadeza, Víctor Valdés juega con el tambor para aliviar los nervios, Xavi abrillanta su trompeta y, cómo no, Pep Guardiola se alisa la camisa, antes de agarrar de nuevo su inseparable batuta e indicar a todos que deben reanudar el ensayo.

No es una metáfora del fútbol coral del Barça de Guardiola, sino la manera como la Orquestra Simfònica de Barcelona (OBC) ha tratado de explicar a medio centenar de jóvenes jugadores de La Masia azulgrana que el funcionamiento de una de las mejores orquestas del mundo no es muy distinto al de sus equipos.

Los futuras promesas de fútbol, fútbol sala y baloncesto han asistido esta mañana a un ensayo de la OBC en L'Auditori de la capital catalana, dentro de un programa de actividades donde conocen de cerca la realidad de otras disciplinas, como ya hicieron con los Castellers de Vilafranca o el coro de la Escolania de Montserrat.

"No se trata de escuchar música clásica, sino venir a ver un grupo de cien personas que deben trabajar por un objetivo común, donde existen músicos que son primeras espadas, como Messi o Navarro, y en el que el papel del director es controlar diferentes egos", relata el coordinador pedagógico de La Masia, Rubén Bonastre.

El silencio se ha hecho entre los chicos al cruzar las puertas de la imponente Sala Pau Casals. Un Camp Nou musical con sus gradas y palcos totalmente vacíos, pero donde les esperaba toda la Orquesta al completo en el centro del escenario.

Justo empezaban su ensayo casi un centenar de músicos de varias nacionalidades, algo no muy distinto al heterogéneo grupo de entre 10 y 17 años que asistía al exclusivo espectáculo, con una mezcla de curiosidad, sorpresa y, en algún caso, aburrimiento o sopor.

Sin embargo, el virtuosismo de la alemana Viviane Hagner, una de las mejores violinistas del mundo, ha captado la atención de los jóvenes. La única artista en pie, llevando el peso de la actuación durante más de una hora. Una auténtica Messi que tampoco se ha librado de las metódicas correcciones del director Pablo González.

Pero la orquesta barcelonesa es un equipo repleto de estrellas que deben trabajar juntas, como les ha explicado el mismo director al final del ensayo, acompañado de tres de sus mejores músicos.

Entre ellos, Raúl García, concertino asistente, el primer violín. "Soy de Guadalajara. Pero, como vosotros, pasé por diferentes sitios y ciudades hasta llegar al Barça de las orquestas. Yo sería como un Tito Vilanova, pero al mismo tiempo, un Xavi o un Iniesta".

Con símiles futbolísticos parecidos, el percusionista Marc Pino, les ha recordado que, a veces, un pequeño y sacrificado papel acaba siendo uno de los más relevantes. "Yo soy el portero, porque tengo que parar los goles de todos", ha bromeado.

"Tocar el timbal es como si estuvieras todo el partido en el banquillo y solo salieras a parar el penalti decisivo", ha asegurado. Y vaya si lo ha conseguido, al ganarse una enorme ovación tras demostrar su dominio con el tambor, con una velocidad de movimientos que ha dejado impresionados a los talentos azulgranas.

La mayoría de ellos no llegarán a ser futbolistas de elite, ya que las oportunidades son escasas, como pensaba la trompetista Mireia Farrés. "En la OBC había cuatro trompetistas muy buenos, parecía que estarían ahí para siempre. Era un objetivo muy lejano, pero como pasa en el Barça, tienes que esperar tu hueco".

Disciplina, sacrificio, esfuerzo, dedicación, creatividad. Valores que los formadores del Barça quieren que sus jóvenes promesas no olviden mientras esperan su momento, su hueco, su sueño.

Mientras abandonaban el auditorio rumbo a la Masia, algunos seguían comentando la experiencia, incluso imitando las maneras de Viviane Hagner con el violín. Otros no tardaban en sacar su Ipod y ponerse los auriculares. "¿Has escuchado esta canción de electro?".

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