Valladolid 1-1 Real Madrid: los blancos vaguearon y el Barcelona se cuela en la pelea

    • Solo Sergio Ramos dio la cara en un partido en el que Cristiano, Di María y Pepe terminaron lesionados.
    • Osorio empató a falta de cuatro minutos para el final y los blancos se despidieron virtualmente de la Liga.
Isco es uno de los futbolistas con mayor proyección.
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Ulises Sánchez Flor

El Real Madrid fue un equipo llorón y acabó pagándolo. Se le va el título por vaguear. Sale mal parado de Pucela con el gol de cabeza del colobiano Osorio. El empate resucita al Barcelona. Quiso vivir del bíceps femoral de Sergio Ramos. Un golazo suyo de falta recuperó el ánimo en una primera parte en la que el equipo quedó tocado en su moral cuando vio como Cristiano Ronaldo pedía el cambio y se marchaba, en el minuto ocho, al banquillo. Entró Morata.

El bíceps femoral del portugués no está sano y eso lo saben Ancelotti y todos los compañeros, que pusieron una cara de susto como si hubieran perdido ya la Décima. Eso es lo que realmente preocupa en el Real Madrid, que Cristiano Ronaldo esté forzando y no llegue fresco a la final de Lisboa. Hasta él se ha dado cuenta de que no debía jugar más y que tenía que tomar precauciones para no correr más riesgos. Pero el equipo languideció y esas caras pálidas mostraban la falta de ideas y decisiones para suplir la baja de su estrella. A ella había que unir la de Bale, que se quedó en Madrid por precaución.

El equipo jugó a gatas desde que el portugués se fue del campo. No había fluidez, ni buena circulación del balón, faltó asociación, construcción y personalidad ante un Valladolid que se encerró para aprovechar un contraataque. El juego olía mal. Este Real Madrid decaído lo levantó el papá Sergio Ramos. Acaba de tener un hijo y demostró esa personalidad y valentía que tienen que mostrar los padres de familia delante de los hijos cuando hay que salir a la calle para traer el dinero a casa y darles de comer. Eso es lo que hizo el sevillano. Le cambió los pañales a un equipo descentrado, disperso y miedoso. Marcó un golazo de falta y se fue al banquillo para abrazarse con Cristiano Ronaldo. Es como si le hubiera dicho que se ponga bien y se cuide para la final que para la Liga ya está él.

El Valladolid no le hizo un daño atroz a un Real Madrid con bajas de gran calado en un partido en el que se jugaba salir del descenso. No se creyó si ir a por este Real Madrid light por el miedo de que le creara algún problema en una acción aislada. Le faltó mas riesgo al equipo pucelano para encarar la portería de Casillas. Empezó a llegar porque los anaranjados madridistas empezaron a recular para defender la renta del gol. Atrás estaba como un jabato defendiendo papá Ramos, que ya sabe lo que es cambiar los pañales a un equipo y se convierte en uno de los jerarcas de la plantilla. Pero sacó ventaja en un saque de esquina.

El Real Madrid sale de Valladolid tocado. Jugó con fuego en Valladolid y en la cara de Ancelotti se reflejaba preocupación y mosqueo por ver cómo sus chicos no tenían el control. Quitó a Benzema para meter a Marcelo de centrocampistaen un cambio significativo porque el francés no tuvo su noche. Cristiano vivió los últimos minutos de pie en el banquillo. Estaba inquieto. Lo más positivo es que sigue vivo el sueño del triplete.

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