Desde que denunciamos desde este blog la existencia de una trama de periodistas al servicio del presidente blanco para contaminar el aire con noticias falsas para desestabilizar al Barça (villarato, dopaje, calendario español y europeo, y otras) las reacciones han sido de distinto color.
Algunas, que ya hemos recogido, han sido de rechazo absoluto a las tácticas culebreras de despacho. El Madrid, dicen, nunca ha tenido que usar de estrategias paradeportivas para ser lo que es hoy, uno de los clubes más laureados de Europa y el mundo. Estas reacciones son las que dejan a la afición blanca en mejor lugar.
Es curioso que otros madridistas nos hayan acusado de silenciar las opiniones que menos brillo dan a la entidad blanca. Desde negar la existencia de periodistas afines al club, pasando por los que han asumido como dogmas de fe el villarato y el dopaje para hacer más digerible la ausencia de gloria deportiva, hasta los que se lanzan sin freno en brazos (ocho en concreto) de Kali, la diosa de la destrucción, el odio y el insulto compulsivo: el credo florentinista pega fuerte entre algunos lectores del blog.
De entre todos ellos, recogemos el guante de quien se defiende con el consabido y tan español "pues tú más". Nos preguntaba un señor si no había tramas periodísticas en Barcelona para amparar y dar cobijo a la directiva culé de turno. Nuestra respuesta es que ahora no hace falta, porque hay un proyecto deportivo sólido, que lleva años dando satisfacciones al aficionado barcelonista, y que salvo catástrofes imprevisibles, este año promete dar también más de una alegría. Espectáculo y títulos. ¿Qué más se puede pedir?
Para decirlo en pocas palabras, cuando la directiva se dedica a labores de gestión deportiva y éstas dan resultados, no necesita invocar a Maquiavelo para intentar crear confusión alrededor de los métodos y usos del rival.
La respuesta a si hubo sobreactuación mediática en otras épocas en Barcelona es, claramente, sí. Les cito a Ramón Besa en el artículo que ha publicado recientemente en El País: "el barcelonismo recuerda que Florentino levantó el imperio galáctico a partir de Figo. El pase del luso del Barça al Madrid provocó uno de los momentos más miserables en la historia azulgrana. La carga ambiental generada por el Barça desembocó en un linchamiento al jugador que aún sonroja a la ciudad. Gaspart utilizó entonces a la afición y la prensa para crear un ambiente de guerra civil. La industria de la hostilidad -término acuñado por Sergi Pàmies- aumenta y arroja beneficios para el negocio mediático". No se puede decir mejor.
No me gustaría que los aficionados blancos tengan que pasar tanta vergüenza como la que pasaron muchos culés cuando la única forma de justificar los descalabros deportivos del Barça era mirar hacia la meseta y sacar a pasear el espantajo de Franco. No puede ser que el Madrid no tenga otros recursos.
Carles Torras
Periodista y guionista de TV
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