Brive-la-Gaillarde (Francia), 20 jul.- Bradley Wiggins volvió hoy a saltarse, por segunda vez en este Tour, la obligación del maillot amarillo de acudir a la rueda de prensa oficial, porque prefiere preparar la contrarreloj de mañana.
El ciclista se contentó con responder a dos preguntas a la televisión francesa, a la que dijo que "es mejor preparar la contrarreloj de mañana que responder a preguntas" de los periodistas.
Wiggins se ha mostrado muy crítico con la prensa, a la que reprocha hacerle siempre preguntas sobre el dopaje.
El maillot amarillo del Tour de Francia afirmó que la etapa de hoy era un "regalo" suyo para Mark Cavendish. "Al final decidimos poner el tren y ayudar a Cavendish. Es mi regalo para él", afirmó.
En todo distendido, Wiggins se refirió a la presencia del presidente francés, François Hollande, durante la etapa.
"¿Era el presidente? Me creía que era uno de esos de gran hermano", afirmó.
El ciclista británico había bromeado horas antes con la figura de Hollande. Preguntado por si se emocionaría al escuchar el himno británico en los Campos Elíseos de París respondió: "Preferiría bailar un 'break dance' con el presidente de la República".
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