Los compañeros en el Team Sky del británico lideraron todo el recorrido hasta el ascenso final de 5,8 km, dejando que se escapara y fueron cinco los corredores que se disputaron la victoria en la séptima etapa de 199km, que finalmente fue a parar a Chris Froome, mano derecha de Wiggins.
El primer ascenso importante en esta edición no fue el más duro del Tour pero ya evidenció cuáles son los hombres a batir en la edición actual. Cadel Evans, defensor del título, atacó a 400 metros de la línea de meta y fue por una victoria que no pudo ser. Al final tuvo que conformarse con el segundo puesto, a dos segundos de Froome. El australiano sin embargo, confirmó que se encuentra en un excelente estado de forma.
Wiggins terminó tercero con el mismo tiempo que el actual campeón, una señal de que la batalla entre los dos favoritos para ganar el Tour estará tan reñida como se esperaba. El italiano Vincenzo Nibali también dejó claras sus ambiciones tras finalizar en cuarta posición, a siete segundos de Froome.
Wiggins lidera la clasificación general con una distancia de diez segundos respecto de Evans, mientras que Nibali ocupa la tercer plaza, 16 segundos a la deriva. El mejor español es Haimar Zubeldia, del Radioshack, sexto a casi un minuto del líder. Alejando Valverde volvió a perder tiempo por culpa de un pinchazo sufrido dos kilómetros antes del último ascenso.
El domingo se correrá la octava etapa hasta Porrentruy en Suiza. Consta de 157 kilómetros y pese a ser corta es de nuevo muy montañosa.
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