Zaragoza y Sporting se fijan en el milagro del Albacete del 93

  • Que la salvación para Zaragoza y Sporting es muy difícil, casi un milagro, es verdad. Ahora bien, no es imposible, tienen un precedente al que aferrarse. El Albacate de la temporada 1992/1993 logró algo similar a lo que tienen que hacer maños y gijoneses en estos últimos cuatro partidos.
El Sporting es el único que no depende de sí mismo
El Sporting es el único que no depende de sí mismo
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Manu Albarrán

Prácticamente nadie daría un euro a día de hoy por la salvación de Zaragoza y Sporting. Probablemente incluso los aficionados de ambos equipos vean como imposible recuperar los seis puntos de desventaja sobre el Villarreal o los ocho sobre el Granada. Sin embargo, ya hubo un equipo en la liga que hizo una machada similar: fue el Albacete de la temporada 92/93.

Era la época en la que aún las victorias valían dos puntos y en la que el Albacete, que vivía su segundo año consecutivo en la máxima división del fútbol español, estaba dirigido por Víctor Espárrago. Aquel año, cuando quedaban sólo cuatro jornadas para terminar la liga, el Alba ocupaba el tercer puesto por la cola y estaba a tres puntos (una victoria y un empate) del Logroñés y a cuatro puntos (dos victorias) de Rayo, Espanyol y Oviedo.

El calendario favorecía al Albacete pues se enfentaba en esos cuatro partidos a Cádiz (descendido virtualmente), Oviedo, Rayo y Celta. Los manchegos vencieron a Oviedo y Celta y obtuvieron sendos empates ante Cádiz y Rayo. De esa forma, mandaron a los periquitos del Espanyol (que perdieron los últimos seis partidos ligueros) al infieron de segunda división.

Así pues, tanto Zaragoza como Sporting tienen un ejemplo que seguir para intentar la salvación. Además, aunque no logren eludir el descenso, a buen seguro que sus seguidores les agradecerán el luchar hasta el último minuto por eludir el descenso.

Cierto que el calendario no es tan benévolo como lo fue con aquel Albacete ni el estado anímico es el mismo; pero también es cierto que las personas, en momentos de crisis, pueden hacer cosas increíbles. Quizá este fin de semana vivamos el primer capítulo de otro de esos hecho increíbles que llenan los libros de historia de la Liga BBVA.

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