UNA ZONA MINERA ABANDONADA EN MURCIA TIENE RESIDUOS PELIGROSOS PARA LA SALUD, SEGÚN UN ESTUDIO

La Sierra Minera de Cartagena-La Unión (Murcia), inoperativa desde 1990, presenta niveles elevados de toxicidad fruto de los elementos potencialmente tóxicos contenidos en sus residuos, puesto que contiene concentraciones de arsénico, cadmio y plomo en muestras de suelos y agua que son perjudiciales para la salud humana, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), la Universidad de Murcia y la Universidad de Barcelona.
“De entre todos los elementos, el arsénico es especialmente peligroso ya que está considerado como un elemento con efectos cancerígenos”, advirtió Mari Luz García Lorenzo, investigadora del Departamento de Petrología y Geoquímica de la Facultad de Geología de la UCM.
Los científicos analizaron muestras de tres zonas afectadas por la actividad minera: la más contaminada, donde se encuentran los focos de metales pesados; una zona de dispersión, a la que llegan los elementos nocivos como consecuencia de la escorrentía, y una zona no afectada, sin presencia de toxicidad, según informó hoy la UCM.
El estudio, publicado en la revisa ‘Journal of Soils and Sediments’, se centra en el área más contaminada e indica que todos los análisis revelaron presencia de arsénico, cadmio, plomo, cobre, hierro y cinc.
Los investigadores recogieron muestras de suelos y del agua que discurre tras episodios de lluvia. Cuando hay sequía, se forman unas sales solubles llamadas eflorescencias que pueden acumular los elementos potencialmente tóxicos y que también han sido analizadas por los investigadores. “El problema de estas eflorescencias es que, si vuelve a llover, al ser muy solubles, vuelven a liberar esos elementos potencialmente tóxicos y constituyen un foco secundario de contaminación”, explica García Lorenzo.
La lluvia agrava el problema porque suele hacerlo de manera torrencial en Murcia. Ese agua dispersa los elementos tóxicos de los residuos mineros a áreas adyacentes, que pueden distar varios kilómetros del foco principal de contaminación.
El agua analizada registró un pH inferior a cuatro (de acidez alta) y presentaba un color rojo o anaranjado, asociado con el hierro extraído de la zona.
Cerca de la mina se asientan cinco localidades, con una población de unas 20.000 personas. Para conocer el efecto que tiene en los vecinos la exposición a estos elementos tóxicos, los autores realizaron un análisis de riesgos, incluidos los carcinogénicos, calculados a partir de la dosis diaria de exposición.
Las muestras sólidas registraron niveles superiores a los permitidos, sobre todo para población infantil. En el caso de las eflorescencias, aunque los valores eran más bajos, seguían estando por encima de lo normal, por lo que los expertos aconsejan a las autoridades competentes que tomen medidas.

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