Este proceso de ajuste del sobreendeudamiento de los años de bonanza afecta a la demanda de crédito y provoca que el saldo total de los préstamos se desplome un 4,11% en el último año. Aún así, la desaceleración de la caída se mantiene en la comparación intermensual, al descender un leve 0,74%.
El portavoz de la AEB ha puesto en valor así el aumento del nuevo crédito por las entidades financieras y ha reivindicado el ajuste que están realizando los bancos de los activos improductivos, fundamentalmente adjudicados.
La morosidad de los créditos concedidos por los bancos, cajas y cooperativas a particulares y a empresas ha repuntado hasta el 9,396% en agosto, frente al 9,388% del mes anterior. Esta ligera subida, la primera desde enero de 2016 --cuando escaló desde el 10,220% de diciembre hasta el 10,221% de enero--, no impide que la tasa de morosidad se mantenga en mínimos desde junio de 2012, cuando se situó en el 9,42%.
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