Asaja y Asociafruit lamentan "prácticas desleales y de banalización" de cítricos en grandes superficies

EUROPA PRESS
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Según señalan en una nota conjunta ambas organizaciones agrícolas, "un claro ejemplo de este tipo de prácticas desleales" se ha detectado en un centro comercial de la provincia de Sevilla, donde se ofrecen naranjas de variedad Navelina de categoría I a un precio de venta público de 0,30 euros el kilo.

Esto, a su juicio, supone "una clara banalización de un producto de calidad y los sitúa muy por debajo del umbral mínimo de rentabilidad para los agricultores, tal y como se refleja en sendos estudios elaborados en el año 2009 como puede ser el Estudio de la Cadena de Valor y Formación de precios del Sector Citrícola del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino o el Estudio de Costes y Márgenes Comerciales en el Sector Citrícola de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía".

Así, han destacado que este tipo de estrategia comercial "atenta" contra la coyuntura actual del mercado citrícola y puede provocar "perjuicios" en una campaña, que reúne hasta la fecha "todos los rasgos objetivos para poder resolverse en términos razonables para todas las partes o eslabones que intervienen a lo largo de toda la cadena alimentaria".

Por ello, tanto Asaja-Sevilla y Asociafruit han trasladado estas prácticas a la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), al entender que se podría estar incumpliendo preceptos de la Ley 12/2013 de medidas para mejorar el funcionamiento de la Cadena Alimentaria.

Pese a los sucesos lamentados, desde las dos organizaciones han destacado que el balance del primer año de aplicación del Código de Buenas Prácticas Mercantiles "ha resultado muy positivo, puesto que se han afianzado las bases sobre las que se sustenta y se han ampliado el número de entidades -78 en la actualidad- que se comprometen con las buenas prácticas mercantiles en la contratación alimentaria".

Con la adhesión a este código, suscritos por las organizaciones agrarias, cooperativas, federación de industrias de alimentación y bebidas, así como una parte de la distribución alimentaria, todas las entidades se comprometen a unos "principios básicos como son la transparencia, el equilibrio y la justa reciprocidad entre las partes, la libertad de pactos, la buena fe, el interés mutuo, el respeto a la libre competencia en el mercado y la sostenibilidad de la cadena".

Así, empresas de primer orden y prestigio comercial como son, entre otras, Mercadona, Nestlé, Clesa, Cuétara, Calvo, Siro, Calidad Pascual o Covap han refrendado este código voluntario en defensa de un mayor equilibrio y transparencia en las relaciones comerciales y para regular mejor las prácticas comerciales entre los diferentes agentes de la cadena.

Con todo, Asaja-Sevilla y Asociafruit esperan que aquellas empresas, sobre todo de la distribución, que aún no están adheridas, se sumen "lo antes posible" para evitar que se sigan produciendo prácticas desleales y desequilibrios en la cadena alimentaria.

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