Crecimiento del PIB en España revisado al alza para 2016, a 3,2%

El crecimiento del PIB español alcanzará un 3,2% en 2016, según el banco central de España, que revisó este jueves al alza su previsión de crecimiento anual a pesar de la incertidumbre política del país, sin gobierno electo desde diciembre.

La última previsión publicada en junio pronosticaba un crecimiento del 2,7%. Pero a mediados de septiembre, el jefe del gobierno saliente Mariano Rajoy, en plena pugna para ser reelegido, indicó que se alcanzaría al 3%.

En el tercer trimestre, el crecimiento del PIB se situará en 0,7%, una ligera desaceleración respecto al 0,8% del segundo trimestre, debido al deterioro de la balanza comercial, de acuerdo a la estimación provisional publicada por el Banco de España.

Aunque es difícil calcular la repercusión económica del bloqueo político, "no percibimos que haya un impacto muy significativo y si lo ha tenido, ha sido compensado por otros factores", dijo a la prensa el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Pablo Hernández de Cos.

Pero cuanto más perdure esta situación, más probable será que "se materialicen" las consecuencias, advirtió.

El banco central estima que el crecimiento de la cuarta economía de la zona euro se ralentizará en 2017 al 2,3% y en 2018 al 2,1% por "la pérdida de pujanza" de factores que estimularon su recuperación como la caída de los precios del petróleo, los bajos tipos de interés o la depreciación del euro.

El consumo de los hogares y las empresas, factores también claves del crecimiento español, tenderán "a mostrar un comportamiento menos vigoroso a partir del próximo año".

Además, en los próximos dos años, las empresas deberán continuar con su "moderación salarial" ante una probable contracción de las exportaciones, especialmente como consecuencia del Brexit.

Desde 2014, España volvió al crecimiento económico y su desempleo, que alcanzó el 27% de la población activa, se redujo hasta el 20% en el segundo trimestre de 2016. Es la tasa más baja de los últimos seis años pero aun así es la segunda peor cifra de la Unión Europea (UE) después de la de Grecia.

El país sigue bajo la amenaza de una sanción de Bruselas por la desviación de su déficit público, pero el gobierno saliente, con unas funciones muy limitadas, no puede tomer medidas al respecto.

Los objetivos de déficit público europeos no se podrán alcanzar si no se introducen modificaciones presupuestarias, advirtió Fernández de Cos.

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