Crédit Agricole precisó que su resultado del primer trimestre refleja un impacto negativo extraordinario de 448 millones de euros como resultado de la operación de optimización de su balance.
De este modo, el beneficio neto subyacente de la entidad francesa entre enero y marzo alcanzó los 394 millones de euros, un 9,3% por debajo de la cifra del mismo periodo de 2015.
Los ingresos de Crédit Agricole en el primer trimestre del ejercicio sumaron un total de 3.799 millones de euros, un 12,8% menos, mientras que el coste del riesgo de crédito fue de 402 millones, un 15,6% inferior al del primer trimestre de 2015.
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