Los inventarios estadounidenses de crudo aumentaron inesperadamente la semana pasada, según datos divulgados el miércoles por el Departamento de Energía.
En la semana cerrada el 29 de julio, las reservas comerciales de crudo subieron 1,4 millones de barriles a 522,5 millones. Analistas preveían en la agencia de noticias Bloomberg una caída de 1,75 millones de barriles. La organización profesional API había calculado una merma de 1,4 millones.
En cambio los stocks de gasolina, que preocupaban a los inversores por ser elevados, bajaron 3,3 millones de barriles. Ese declive fue mayor al previsto en Bloomberg (650.000 barriles) y en la API (500.000)
Las reservas de destilados, entre ellos gasoil, aumentaron 1,2 millones de barriles. Los analistas de Bloomberg habían calculado una baja de 700.000 barriles y la API un aumento de 500.000 barriles.
La producción estadounidense, que daba señales de ir aumentando tras meses de baja, volvió a declinar al reducirse en 55.000 barriles diarios y quedar en 8,46 millones de barriles diarios.
Las reservas de la terminal de Cushing, que sirven de referencia para el crudo transado en Nueva York, bajaron 1,1 millones de barriles a 64,1 millones.
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