El Govern ha iniciado el trámite del documento de avance del Plan Director Urbanístico (PDU) de la actividad minera en la comarca del Bages, que afecta a los municipios de Sallent, Súria, Balsareny y Callús, que podrán hacer aportaciones, así como también los agentes socioeconómicos del territorio.
El director de Urbanismo de la Generalitat, Agustí Serra, ha afirmado este miércoles en un encuentro con prensa que este documento pretende "poner orden de forma definitiva" a esta actividad, que hace prácticamente cien años que se mantiene en esta comarca, partiendo de la base de la sostenibilidad tanto a nivel medioambiental como social y económico.
Ha explicado que la Generalitat tiene previstas dos sesiones informativas este miércoles, con los ayuntamientos afectados y el Consejo Comarcal del Bages y con agentes sociales como representantes empresariales, sindicatos y plataformas ecologistas; la intención es que la aprobación inicial se haga en junio, cuando se someterá a información pública, con la previsión de aprobar el documento definitivamente a finales de año.
DETALLES
El documento pretende garantizar un encaje urbanístico, ambiental y de infraestructuras adecuado para la segunda fase del Plan Phoenix de ICL --matriz de Iberpotash-- en Súria, que prevé trasladar toda la producción de sal a este municipio y dejar sin actividad la mina de Sallent.
Se deben establecer las medidas para una retirada ordenada de la actividad en Sallent y Balsareny y crear nuevas oportunidades económicas en estos municipios, y también se deben fijar los medios para la progresiva eliminación de los depósitos salinos, como el del Cogulló de Sallent, que dejará de funcionar en junio de 2017, cumpliendo una sentencia judicial que obliga a la empresa a dejar de utilizar este depósito.
El documento de la Generalitat enumera once posibles medidas para el periodo transitorio entre el cierre del depósito del Cogulló el próximo año y la entrada en funcionamiento de las nuevas instalaciones en Súria en 2020, con la intención de definir una o la combinación de varias a partir del debate con los agentes del territorio.
RESIDUO CERO
Asimismo, el PDU establece las reservas de suelo necesarias para garantizar la continuidad futura de la minería, por lo que reserva suelo para hasta tres nuevas plantas de valorización de sal --ICL tiene previstas de momento dos--, con el objetivo final de conseguir tener una industria con "residuo cero", es decir, que se consiga reutilizar toda la sal por parte de la propia empresa, ha explicado Serra.
La obtención de potasa --recurso muy utilizado como fertilizante, suplementos alimentarios para ganado y en procesos industriales-- requiere separar la sal y otros minerales; en este proceso de separación, por cada tonelada de potasa obtenida se generan tres toneladas de sal que se pueden valorizar y comercializar --convertidas en sal vacuum-- o verterlas en un depósito, como se ha hecho hasta ahora.
La segunda fase del Plan Phoenix de ICL prevé la construcción de una segunda planta de sal vacuum en Súria, que se añadirá a la primera factoría, que entrará en funcionamiento en las próximas semanas.
Con estas dos plantas en funcionamiento se valorizarán 1,5 millones de toneladas anuales de la sal que ahora va a parar al depósito del Cogulló, con lo que sólo se generará un tercio del contenido que en estos momentos va a parar a los depósitos.
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