El juez estrecha el cerco al Santander por el blanqueo de clientes en HSBC Ginebra

  • El juez le exige que identifique a los gestores de las cuentas con las que presuntos defraudadores operaban con sus fondos evadidos en la filial suiza del banco británico.

    El instructor del caso Falciani reclama toda la documentación interna para determinar si el primer banco español sospechó de la ilegalidad de esas operaciones que no denunció.  

El juez estrecha el cerco al Santander por el blanqueo de clientes en HSBC Ginebra
El juez estrecha el cerco al Santander por el blanqueo de clientes en HSBC Ginebra

El juez José de la Mata ha dado una nueva vuelta de tuerca al caso Falciani, nacido tras las revelaciones del confidente francoitaliano, y ha estrechado el cerco sobre el Santander. En su investigación sobre el uso de cuentas del primer banco español para que presuntos defraudadores fiscales operaran con sus fondos evadidos en la filial suiza del HSBC -lo que, según los investigadores podría suponer un delito de blanqueo de capitales- el instructor ha reclamado a la entidad que dirige Ana Patricia Botín que identifique a los gestores de esos depósitos para tomarles declaración.

La investigación nació en 2011 después de que el informático y exempleado del HSBC de Ginebra revelara las 3.000 cuentas en ese banco pertenecientes a supuestos defraudadores españoles. Entre ellos se encontraban 12 miembros de la familia Botín que tuvieron que regularizar su fortuna en Suiza pagando a Hacienda unos 200 millones de euros después de que se abriera contra ellos una causa en la Audiencia Nacional.

El desarrollo posterior del caso, promovido por Anticorrupción, permitió descubrir que algunos de esos defraudadores no tenían que recoger físicamente el dinero en Ginebra ni utilizar mecanismos de compensación para disponer de sus fondos evadidos allí. Tampoco tenían que recurrir a complicadas operaciones para ingresarlo. Bastaba con realizar transferencias desde ese país a cuentas del Santander o viceversa -las llamadas cuentas de corresponsalía- para evadir o blanquear esos fondos desde España.

Esa operaciones entre el Santander y el HSBC se habrían desarrollado con la aquiescencia del banco español y sin que su personal diera aviso al Sepblac -el órgano español de inteligencia financiera- por considerarlas sospechosas de blanqueo, a pesar de que los fondos procedían del país helvético. Esa es la razón por la que Anticorrupción imputa al Santander -y otras entidades con oficina en España como el BNP Paribas- su supuesta colaboración en un delito de blanqueo.   Hasta el fondo del asunto

El juez de la Mata quiere llegar al fondo del asunto. Por eso ha requerido al banco español para que identifique a sus gestores encargados de las relaciones comerciales con el Grupo HSBC y con HSBC Private Bank Suisse así como "la de cualquier responsable del Banco Santander que haya realizado negociaciones de cualquier tipo con la entidad HSBC Private Bank Suisse". También pide la identidad de los autores del informe de auditoría interna del departamento de Banca de Corresponsales (el correspondiente a las cuentas del banco suizo) de 2014 y de 2015 así como el informe concreto de ese último año.

Al mismo tiempo exige el "informe de conocimiento" del Santander sobre el cliente Grupo HSBC y HSBC Private Bank así como la identidad de todas las personas que hayan intervenido en su elaboración y tengan que aprobar su contenido. Y los contratos firmados entre el Santander y el HSBC para el establecimiento de las "cuentas de corresponsalía", es decir, los depósitos de la entidad española a través de los cuales podían operar los supuestos defraudadores con dinero en el banco suizo.

Además, el instructor reclama varios informes del Departamento Central de Prevención de Blanqueo del banco. Los primeros, los emitidos entre 2013 y 2015 sobre el departamento de Banca de Corresponsales. Con él, De la Mata trata de conocer si el Santander identificó como sospechosas algunas de las operaciones realizadas a través de esas cuentas canalizadas directamente con Suiza.

Los segundos afectarían más directa y personalmente a los Botín. Son los referidos a la custodia de valores de una filial de la entidad, Santander Investments, entre 2005 y 2015. 

Entre las operativas que hicieron saltar las sospechas de colaboración del Santander con el HSBC de Ginebra se encuentra la venta, en 2005, de 1.043.901 acciones de Bankinter por uno de los clientes del banco suizo. Los datos aportados por Falciani permitieron determinar que la vendedora fue la firma panameña North Star Overseas Enter Inc. propiedad de Emilio Botín, su hermano Jaime y otros familiares. La custodia de esos títulos correspondió durante años a Santander Investments.

 

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