Mineros y policías vuelven a chocar por el control de rutas en Bolivia

Un poderoso gremio de mineros en Bolivia volvió a chocar este martes con la policía debido al bloqueo de una ruta troncal del altiplano, dejando un saldo indeterminado de detenidos y heridos, tras fracasar una negociación con el gobierno, informaron fuentes vinculadas al conflicto.

Unos 2.500 mineros agrupados en cooperativas ocuparon un tramo de la carretera La Paz-Oruro, donde detonaron dinamita cuaando la policía intentó dispersarlos con gases lacrimógenos, según reportes de medios.

"Existen 10 personas aprehendidas que serán remitidas al Ministerio Público (...) por el traslado de cachorros (cilindros de dinamita) y otros materiales explosivos en vehículos", dijo el ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero.

Según la versión oficial, también hay varios policías heridos, la mayoría contusos, en tanto que el presidente de la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin), Carlos Mamani, afirmó que hay 12 detenidos y nueve mineros heridos, dos de ellos "con arma de fuego de 9 mm y el resto con balines (de goma)".

Según la red de televisión ATB, un minero perdió una mano al intentar hacer estallar una dinamita. Los agremiados golpearon además a un periodista de Cadena A y le arrebataron su equipo de filmación, según la estación televisiva. Mamani atribuyó el hecho a "infiltrados en la protesta".

Un policía, que fue tomado de rehén durante algunas horas, fue luego liberado, dijo Mamani.

El ministro Romero había ordenado el despliegue de efectivos policiales para despejar la ruta, donde se encuentran varados cientos de vehículos. Otro piquete de bloqueo se instaló en Potosí (sur del país).

"Estamos en las carreteras, estas medidas son a nivel nacional y pedimos que el gobierno nos escuche, esta es una medida indefinida", corroboró de su lado el dirigente Freddy López, a radio Minera.

Los mineros cooperativizados, aliados políticos del presidente Evo Morales y que ocupan importantes carteras en el Ejecutivo y curules en el Congreso, exigen la anulación de una ley minera que, según ellos, va contra sus intereses.

A principios de agosto, protagonizaron tres jornadas de violencia y de ocupación de rutas en seis de los nueve departamentos de Bolivia. Levantaron la medida para dialogar con el gobierno, pero la detención de 10 de ellos por hechos violentos, trabó las negociaciones.

Unos 100 policías fueron heridos entonces por mineros que hostigaron a las fuerzas de seguridad desde las serranías con dinamita, piedras y presuntamente armas de fuego, según Romero.

Un pliego inicial de diez puntos -que se oponía a la sindicalización en las cooperativas de servicio- fue ampliado ahora a 24 acápites. Según Romero el verdadero fin de las protestas es modificar una ley minera que les impide celebrar contratos de asociación con empresas privadas extranjeras.

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