El río Silala, el nuevo frente que Bolivia abre contra Chile

El presidente boliviano Evo Morales, que trata de recuperarse de la pérdida del referendo que le permitiría ser elegido por cuarta vez, amenaza con abrir un nuevo litigio legal con Chile sobre la propiedad de las aguas del río Silala.

Morales anunció que demandará nuevamente a Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya por el uso del río Silala, un curso de agua que, según Bolivia, fue desviado ilegalmente por Chile hace casi un siglo.

De su lado, el gobierno chileno considera que se trata de un río internacional con aguas compartidas por ambas naciones.

Para hacer su anuncio Morales usó un evento conocido por Chile: la conmemoración del "Día del Mar" -cuando Bolivia recuerda la pérdida de su salida al mar en la guerra de 1879-1884 que libró contra de Chile- y en el marco del cual anunció en 2011 la presentación de la primera demanda internacional contra Chile por la restitución de su acceso al océano Pacífico.

"Morales vuelve a echar mano a una estrategia conocida" ante un escenario interno desfavorable, consideró el analista boliviano Carlos Cordero.

Según Cordero, por esta vía el mandatario "busca recuperar la confianza ciudadana perdida" tras su derrota en el referendo del 21 de febrero, con el cual buscaba habilitar su postulación a una nueva reelección en 2018.

"Es un guión conocido", coincidió el experto en política exterior de la Universidad de Chile, Ricardo Israel.

Ya en abril de 2011 el gobierno de Morales había anunciado su intención de demandar a Chile por el uso del Silala, que nace en el departamento andino de Potosí (suroeste) y que surte con unos 300 litros de agua por segundo a la región desértica chilena de Atacama.

Sus aguas fueron entregadas en concesión a principios del siglo XX para alimentar las locomotoras del tren que unía la ciudad chilena de Arica y La Paz, y luego -según la versión boliviana- fue canalizado artificialmente por Chile, que insiste que es un río de cauce sucesivo y natural sobre el que tiene derechos.

La respuesta del gobierno chileno ha sido más contundente de lo habitual.

"Chile va a contrademandar a Bolivia para resguardar sus derechos", anunció este lunes la presidenta chilena Michelle Bachelet, confirmando una postura adelantada por el canciller Heraldo Muñoz, quien durante el fin de semana exhibió mapas históricos para avalar la postura chilena.

Este lunes, Muñoz se reunió con Bachelet y varios excancilleres. También deslizó la posibilidad de poder llamar a consultas al cónsul general de Chile en La Paz, Milenko Skoknic, la máxima autoridad diplomática ya que ambos países carecen de relaciones formales desde 1978.

"Chile ha sobrerreaccionado a un simple anuncio. Le está siguiendo el juego a Morales", afirmó de su lado el analista de la Universidad de Valparaíso, Guillermo Holzmann.

"Es una respuesta reactiva; de alguna forma Chile ha seguido a Morales y eso es un éxito de la política exterior boliviana", complementó Cordero.

En 2009, durante la primera administración de Bachelet (2006-2010), los dos países estuvieron a punto de llegar a un acuerdo por el uso de las aguas del Silala.

Ante la posibilidad de enfrentar un nuevo proceso en La Haya, legisladores chilenos pidieron la ruptura total del diálogo con Bolivia y la salida de su país del Pacto de Bogotá, que le da jurisprudencia a la CIJ, una postura a la que el gobierno no ha adherido.

La oportunidad escogida por Morales para volver a plantear este reclamo genera divergencias entre los analistas.

Para Carlos Cordero es "al menos inoportuno, porque la energía (del gobierno boliviano) debería estar concentrada en una mejor defensa en la Corte de La Haya (ante la demanda por la salida soberana al mar)".

Tras presentar esa demanda en 2013 y luego de que la Corte confirmara su competencia, Bolivia espera ahora que Chile presente su "contramemoria", en el que presentará sus argumentos de rechazo basados en que los conflictos limítrofes bilaterales quedaron resueltos con el Tratado de Paz y Amistad firmado en 1904.

Chile afirma también que no está dispuesto a ceder territorio soberano a Bolivia.

"Hay una razón más estratégica detrás de este nuevo anuncio", opinó Guillermo Holzmann, afirmando que así Bolivia quiere reforzar su estrategia de presentarse ante la comunidad internacional "como una víctima de Chile".

"De esta forma Bolivia busca influir en los jueces que integran la corte, que suele agregar en sus fallos argumentos más bien sentimentales y no necesariamente basados en lo jurídico", explicó.

"Chile comete un error al caer en el juego personal de Morales. Debería mirarlo no solo desde el punto de visto económico y jurídico, sino que entender que es parte de una política estratégica del país", concluyó Ricardo Israel.

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