El fabricante japonés Suzuki confirmó este miércoles que había medido los niveles de emisión y consumo de los vehículos vendidos en Japón con un método no homologado, pero negó haber manipulado los resultados.
"Se descubrieron irregularidades", reconoció Suzuki en un comunicado, reaccionando a informaciones de prensa. Pero la "investigación interna no concluyó que haya habido delitos, como una manipulación de datos", agregó el comunicado.
La empresa presentó sus "sinceras disculpas".
Los valores obtenidos a través de ese método no son falsos, contrariamente a su compatriota Mitsubishi Motors, implicado en un escándalo de falsificación de datos, indicó Suzuki
Las irregularidades abarcan los 16 modelos comercializados en Japón desde 2011, lo que equivale a 2,1 millones de vehículos, dijo el presidente de Suzuki, Toshihiro Suzuki, en una conferencia de prensa en el ministerio de Transportes.
"El problema no se aplica a los productos vendidos fuera de Japón", precisó el fabricante, que criticó la ubicación del circuito de los test, situado "en una colina cerca del mar, con condiciones meteorológicas -el viento en particular- que afectan las medidas".
La declaración del grupo provocó una fuerte caída de la acción en la bolsa de Tokio.
La acción cerró con pérdida de 9,36%, a 2.613 yenes.
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