La red social para profesionales se estrenó ayer en la bolsa de Nueva York con alzas del 109%. Y, aunque en los primeros minutos de esta sesión parecía que iba a seguir esa línea, la cautela de los inversores se ha acabado imponiendo a la euforia.
De hecho, la compañía ha terminado el día con unas pérdidas del 2,23% y en 93,09 dólares, aunque ha llegado a superar los 103 dólares.
Con este resultado, LinkedIn se va a de fin de semana con un valor en bolsa de 8.800 millones de dólares (en euros, unos 6.200 millones), frente a los 4.000 millones con los que debutó.
En sus primeras 48 horas en el mercado, la red social ha acumulado una subida del 106,8%, un resultado que está a la altura de la expectación que ha levantado su puesta de largo. De hecho, según los expertos, su salida a bolsa ha sido la más esperada desde que Google se estrenó en el parqué en el año 2004. Y no ha defraudado.
Sin embargo, hoy los inversores han preferido aparcar el furor con el que recibieron a la compañía y se han decantado por la cautela, conscientes de los riesgos que implica invertir en una empresa como LinkedIn.
Este peligro viene dado por la elevada valoración de la compañía. Al cierre de hoy, su capitalización bursátil supera en 36 veces los ingresos que obtuvo en todo el ejercicio 2010.
Y esa fuerte diferencia entre su valor en bolsa y su facturación es, precisamente, uno de los motivos que llevan a pensar que las redes sociales están viviendo una nueva burbuja puntocom.
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