Santander, 18 jun.- El presidente de la Asociación Española de Banca, José María Roldán, ha dicho hoy que la próxima crisis no vendrá del sector bancario sino de otras áreas financieras, y ha advertido sobre los riesgos que plantea la creciente actividad de lo que se conoce como "banca en la sombra".
Durante su intervención en el seminario "La Europa que deja la crisis", organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, Roldán ha querido recordar que en el origen de la crisis ya estaban estas entidades que sin ser bancarias realizan actividades "cuasibancarias".
No se trata de que desaparezcan, ha indicado, pues juegan un papel muy relevante, pero sí es preciso delimitar bien sus riesgos, algo difícil pues no se sabe ni cuántos ni quiénes son.
Roldan ha querido evitar cualquier referencia peyorativa a estos intermediarios "que no son bancos pero que operan con riesgos de crédito" y sobre los que es prácticamente imposible determinar sus relaciones y las que mantienen con otro tipo de entidades financieras convencionales.
El sistema financiero no es estático, ha dicho, sino que por el contrario es muy dinámico, y hay que ser capaz de entender los riesgos y su evolución en cada momento.
Uno de los efectos visibles del proceso de integración financiera propiciado por la unión bancaria es, precisamente, una mayor presencia de la financiación de la economía real vía mercados y vía sistema financiero en la sombra.
En los últimos años y desde el inicio de la crisis el sistema financiero se ha visto inmerso en un intenso proceso regulatorio que es preciso cerrar de una vez por todas, ha indicado, sobre todo para eliminar incertidumbre; si se regula demasiado, la actividad se desplaza a otro lados, y eso es precisamente lo que ocurre ahora, que se desvía actividad a la banca en la sombra.
Durante su intervención, el presidente de la AEB ha hecho referencia a la Unión Bancaria, y ha asegurado, que sin lugar a dudas es el paso "más importante hacia una mayor integración que ha dado Europa desde la puesta en marcha del euro".
Un proyecto que ha tenido "una gran importancia para la supervivencia de la zona euro", y que contribuirá a que los bancos futuros estén mucho mejor capitalizados y puedan enfrentarse a futuras crisis con mejores garantías de éxito.
También serán bancos con balances de menor tamaño y con rentabilidades por acción muy inferiores a las vistas antes de la crisis, según Roldán, para quien las mayores exigencias también afectarán a áreas de negocio concretas de la banca, y se abandonarán o redimensionarán aquéllas con escasa rentabilidad y con alto coste de capital o liquidez.
También ha advertido acerca de la excesiva atención que se presta a los test de estrés a los que se está sometiendo el sector, ya que los gestores corren el peligro de dejar en cierto modo de lado la gestión de su negocio principal, que es la concesión de créditos y la captación de depósitos.
Por otro lado, Roldán, que ha pedido que dentro de este proceso de unión bancaria la evolución hacia el modelo de supervisión común sea gradual, ha reconocido que consecuencia de este proyecto "no es difícil pronosticar la posibilidad de fusiones en el nuevo mercado europeo". EFECOM
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