Armadores valoran "colchón" ayudas pero aseguran situación es "desesperante"

  • La Asociación Nacional de Armadores de Buques Congeladores de Pesca de Marisco (Anamar) ha valorado hoy el "colchón" que supone la prórroga de las ayudas por la paralización temporal de la flota por el acuerdo de la Unión Europea y Mauritania aunque ha asegurado que la situación del sector es "desesperante".

Huelva, 11 mar.- La Asociación Nacional de Armadores de Buques Congeladores de Pesca de Marisco (Anamar) ha valorado hoy el "colchón" que supone la prórroga de las ayudas por la paralización temporal de la flota por el acuerdo de la Unión Europea y Mauritania aunque ha asegurado que la situación del sector es "desesperante".

El pasado sábado se conocía la orden del Ministerio de Agricultura que amplía estas ayudas otros seis meses, del 1 de febrero al 1 de julio, por un importe de 6,3 millones de euros.

En declaraciones a Efe, el presidente de Anamar, Ángel Muriel, ha indicado con estas ayudas "si bien no da a los armadores para vivir, sí los ampara económicamente".

"Es cierto que un barco parado no gasta lo mismo que trabajando, pero también es cierto que cuanto más tiempo esté parado mayor inversión y coste económico tiene después su puesta en marcha", ha dicho.

Por tanto, considera que lo prioritario es "alcanzar un acuerdo que en un período de dos o tres meses nos permita volver al caladero", y para ello tienen confianza en que en la comisión técnica, que está previsto se reúna a principios de abril, "seamos capaces de darle un apretón y cambiar los aspectos que, hoy por hoy, impiden ese consenso".

"Estamos desesperados y, al mismo tiempo expectantes por saber si las próximas reuniones permiten desbloquear la situación", ha indicado Muriel, quien ha recordado que ya advirtieron en su día que la dilatación de las negociaciones iba en contra de todos, ya que el convenio firmado es para dos años y "el tiempo corre, lo que quiere decir que, si no hay cambios, en julio del 2014 habrá que negociar uno nuevo".

El sector se opone al acuerdo desde su firma en junio del 2012 por que establece "condiciones técnicas y económicas inasumibles", algo que les llevó a abandonar el caladero el 1 de agosto y a pedir su modificación.

El convenio, que afecta a unos 60 barcos, de los que unos 25 tienen base en Huelva, implica un aumento de la restricción de la zona de pesca para estos marisqueros y elimina la posibilidad de capturas accesorias de cefalópodos, aumenta el precio de las licencias entre el 270 y el 440 %, y obliga a los barcos a pagar un canon de 620 euros por tonelada de pesca.

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