Arzobispo de Oviedo se solidariza con mineros pero pide que cese la violencia

  • El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, se ha solidarizado hoy con los mineros del carbón, en huelga por los recortes del Gobierno de España al sector, pero ha pedido que cese la violencia y que se abra un cauce de diálogo.

Oviedo, 5 jul.- El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, se ha solidarizado hoy con los mineros del carbón, en huelga por los recortes del Gobierno de España al sector, pero ha pedido que cese la violencia y que se abra un cauce de diálogo.

Así lo expresa Jesús Sanz en su carta semanal, titulada "Santa Bárbara, con diálogo y sin barricadas", en la que comenta que el mundo del trabajo atraviesa un difícil momento y "tiene su perfil propio en las cuencas mineras asturianas".

"La amenaza de un imparable recorte en el sector, el hecho de haber comenzado una maldita cuenta atrás, la pérdida de trabajo a corto y medio plazo y la desaparición de la minería como cauce del desarrollo económico de zonas amplias de nuestra geografía hace que nos tomemos en serio el sufrimiento real de estas personas y de sus familias y que nos sintamos realmente cercanos", añade.

A juicio del arzobispo todos los partidos políticos "han tenido y tienen una responsabilidad" y explica que "la gestión de los fondos mineros, la fijación de los plazos para el desmantelamiento de la minería asturiana, las negociaciones con Europa y las factibles alternativas al hundimiento de las cuencas mineras forman parte del difícil pero noble quehacer de administraciones, sindicatos y otros interlocutores sociales".

Recuerda que en su discurso de investidura, el presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández, subrayó una herramienta que Jesús Sanz valora "sobremanera", el diálogo, como así se lo hizo ver personalmente, "entendiendo que sus palabras eran sabias y sinceras".

Para Jesús Sanz "el diálogo es el único camino en este momento enormemente delicado y ni la cerrazón al mismo por parte del Gobierno" de España "ni la violencia como arma reivindicativa de presión por parte de los trabajadores conducen a ninguna solución", pues "la sociedad no puede ser rehén del conflicto".

Por ello, pide "en nombre de la cordura sensata y de la dignidad de personas y familias que cese la violencia que coacciona la libertad, llegando incluso a peligrar la integridad física de la gente inocente" y que se abra "un cauce de diálogo maduro y responsable entre las partes".

Jesús Sanz insiste en su "cercanía al colectivo de los mineros y sus familias" y su "comprensión ante la difícil situación que tienen que lidiar los gobernantes".

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