Audiencia Nacional rechaza querella por estafa de Prasa contra Joaquín Rivero

Madrid, 22 oct.- La Audiencia Nacional ha acordado no admitir a trámite la querella que el grupo cordobés Prasa interpuso contra el expresidente de Metrovacesa Joaquín Rivero, al que acusaba de estafa y responsabilizada de la pérdida de 200 millones de euros por engañarles con la venta de acciones de la inmobiliaria.

En un auto notificado hoy, el juez Santiago Pedraz -al que correspondió estudiar la querella por la posible conexión de los hechos con la descapitalización del Banco de Valencia, por la que también se investiga a Rivero- dice que el tribunal no es competente para instruirla, ya que no se dan los requisitos exigidos por la Ley Orgánica del Poder Judicial.

Según recuerda Pedraz, la Audiencia Nacional solo se hace cargo de las causas por estafa cuando éstas tengan una grave repercusión en la economía nacional o haya múltiples perjudicados en varias provincias.

"Ni se acredita generalidad, ni una pluralidad importante de sujetos pasivos, ni los hechos suponen extraordinaria gravedad o trascendencia económica", dice el auto, que subraya que también la Fiscalía se opuso a la admisión a trámite de la querella.

El juez rechaza asimismo que exista "conexidad" con el caso en el que investiga a Rivero por la "refinanciación" obtenida del Banco de Valencia: "Se trata de una defraudación no relacionada con aquella financiación y se refiere a sociedades distintas de las que se ocupa esta causa".

Los hechos denunciados por Prasa se remontan a enero de 2007, cuando Rivero, que buscaba financiación en su lucha por el control de Metrovacesa con la familia Sanahuja, ofreció al grupo cordobés acciones de la inmobiliaria en poder de su sociedad Alteco y de la de su socio Bautista Soler (Mag Import).

Prasa se hizo con el 3 % de la compañía a cambio de 274 millones de euros, comprometiéndose el vendedor a recomprarlas al precio de 153,5 euros.

Cuando los Sanahuja se hicieron con el control de Metrovacesa, Rivero -que a cambio obtuvo el control de su filial Gecina, que se segregó de la primera- ofreció a Prasa canjear las acciones por las de esta última sociedad, con un pacto de recompra a 184 euros.

Sin embargo, en 2009, cuando el grupo cordobés quiso recuperar su dinero, Rivero no cumplió su compromiso, lo que causó graves problemas económicos a la compañía cordobesa.